Kasia.
Desperté luego de estar luchando incansablemente para que la luz no me diera en la cara, ¿a quién se le ocurrió dejar las cortinas abiertas por dios?
Estaba despierta pero mi cuerpo aún no se enteraba, me pesaban los ojos así que los dejé cerrados mientras me estiraba por toda la cama haciendo mis huesos crujir.
Y entonces a mi memoria vinieron recuerdos lujuriosos de la noche anterior, todo vino de repente y se detuvo en la noche fugaz que tuvimos el irlandés y yo, más específico el momento que pasamos en la cama.
___¡¡¡Ahhh!!!___solté un pequeño grito mientras me levantaba de repente quedando sentada en la cama y con los ojos bien abiertos.
Al bajar la vista y verme desnuda rápido tomé las sábanas y me cubrí para luego taparme la boca con las manos.
___Madre mía___susurré mientras un gran arrepentimiento llegaba a mi ser, pero como mismo llegó se fue, pues era imposible arrepentirme de algo que había disfrutado y sobre todo deseado desde el fondo de mi corazón.
Dios, estuvimos toda la noche en eso, hasta que tuve que rogarle a Iker que me dejara descansar, ese hombre era insaciable, y eso que pensaba que lo era yo.
Me había dejado llevar demasiado y el peso de las consecuencias recaía en mí, ¿ahora qué hago?
Siempre he sabido cómo reaccionar a estas situaciones, puesto que con los hombres con los cuales tenía sexo los ignoraba al otro día y no los volvía a ver quitándome la situación incómoda..pero Iker era diferente.
¿Cómo se supone que debía actuar ahora? ¿Lo ignoro o lo trato como si fuéramos pareja? Es que en primer lugar, ¿cómo nos deja los acontecimientos de ayer, en qué situación estamos?
Demasiadas preguntas y ninguna respuesta, ahora estaba peor que antes, soy una tonta, me repetía varias veces mientras me tapaba la cara con las manos.
Espera….¿Iker dónde está?
Con rapidez levanté la cabeza y lo busqué por toda la habitación, no estaba en ninguna parte, ni siquiera en el baño.
Soltando un suspiro de alivio me senté en el borde de la cama, sentía un enorme alivio al no tenerlo cerca por qué no tenía cabeza para pensar en cómo debía tratarlo ahora que habíamos cruzado una línea importante entre dos personas.
Hoy era el día en que realizaríamos la fiesta de los 80 en la casa de descanso de los abuelos, así que me agarré de esa excusa y luego de ponerme algo de ropa salí de esa casa con la intención de evitar al irlandés todo lo que pudiera este día.
(…..)
Habían pasado unas cuantas horas ya desde que salí como fugitiva de la casa, y la verdad es que terminar de preparar los preparativos de la fiesta me mantuvo lo suficientemente ocupada para no pensar en la noche anterior.
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Eres tú
AzioneMi nombre es Kasia Müller, tengo veinticuatro años y soy alemana. Pertenezco a una asociación llamada Elite de la cual muy pocos conocen y que se ha convertido en mi trabajo desde que tengo dieciocho, aunque fui educada por el líder lo cual convirt...