CAP 8

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Kasia.

Siempre he sido de esas personas que no tienen filtro, que son completamente transparentes y transmiten lo que están sintiendo en el momento. Cuando estoy feliz, triste, enojada o frustrada siempre lo hago saber sin poder evitarlo pues es parte de mi personalidad el ser así.

Con mi "trabajo" he tenido que aprender a controlar esos impulsos y manera de actuar pues, en muchas misiones, demostrar mis sentimientos no sería lo indicado puesto que podría poner en riesgo toda la operación y es por esto que he tenido que aprender a controlarme.

Pero como siempre existe un pero, o la excepción de la regla. Y eso me está pasando ahora.

Por más que intento mostrar interés por este maldito libro no lo consigo, mi lectura es totalmente aburrida y deseosa de acabar ya.

Y no me malentiendan, me gusta mucho leer, pero no libros tan antiguos de los cuales los autores no los conocen ni mis tatarabuelos. Soy de más acción y realidad con mucha actualidad y esta novela no tiene ninguna de las tres.

Los presentes a mi alrededor siguen con su vista la lectura al parecer muy concentrados pero de vez en cuando escucho uno que otro suspiro y estoy más que segura que no es de admiración o disfrute de la lectura, más bien es lo contrario.

No conozco a estar personas y sé que mi trabajo es ser Alana Prince y seguir leyendo la novela como si fuera la cosa más interesante de mi día, pero hay algo que siento por estas personas y es compasión.

Pagan de seguro mucho dinero para vivir en un lugar donde supuestamente despejen de todo su pasado y tengan una relajante vida hasta que ya no estén más en este mundo.

No es justo que malgasten su ya corto tiempo en cosas tan aburridas que solo hagan perderle más el sentido a la vida.

Por lo que yo, aún dudosa e insegura de qué era lo que realmente haría, cerré el libro captando la atención de la mayoría de mis víctimas debido a tan sanguinaria lectura.

___¿Pasa algo Alana?___preguntó Constanza, una señora que a pesar de ser de la alta sociedad se ve muy moderna en cuanto a la manera de ver y aceptar los nuevos cambios de la vida.

Bueno este era mi momento de, actuando todo lo Alana posible, plantear mi proposición.

___La lectura está siendo muy buena y enriquecedora y podemos continuarla cuando gusten pero…¿Qué les parece si hoy hacemos algo diferente?___ sugerí con una sonrisa cálida.

___¿Diferente como qué?___preguntó María interesada en el tema.

___Mmmm….___pensé pensé y pensé hasta que la idea llegó a mí___tengo una maravillosa idea___dije sonriendo emocionada.

(…….)

___Esto resultó mucho más entretenido de lo que imaginé___dijo José terminando de poner sus fotografías en la gran pared.

___¡Ya era hora de hacer algo interesante!___exclamó Constanza muy eufórica.

___Me alegra mucho que les haya gustado___dije soltándo mi cabello que había anudado antes para que no estorbara.

La idea se trataba de decorar una de las tantas salas sin usar en un cuarto de los recuerdos, todas estas personas están llenas de historias y experiencias, además de interesantes fotografías de sus aventuras y mi idea fue decorar la sala con todas ellas, además de objetos referentes de esos lugares.

Llenamos el lugar de muebles, de vida y color, cada uno participó y entre risas y recuerdos nostálgicos logramos terminar de confeccionar la sala.

Eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora