CAP 23

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Kasia.

___Escuchen chicos no creo que me quiera meter en esa clase de negocios, la droga no es lo mío___dijo Antonio tratando de excusarse.

Mentiras, él y el resto de su patética pandilla trabajan con lo que sea, armas, mujeres, niños, drogas, todo lo que les proporcione dinero y es por eso que el gobierno se hace de la vista gorda con nosotros, porque les conviene quitarse del medio a esta clase de gente.

___¿Seguro de eso?___preguntó Iker tratando de persuadirlo.

___Completamente___afirmó.

Está claro que no quiere negociar con nosotros porque no nos tiene confianza, pero eso en estos momentos me da igual, se acabó el teatro.

___Entonces tendré que hacerte cambiar de opinión___dije poniéndome de pie captando la mirada de ambos, la confundida de Iker y la curiosa de Antonio.

Decidida me acerqué a mi objetivo lentamente y con caminar seductivo por su lado derecho, deslicé mi mano por sus hombros y al estar él de espalda le di una mirada a Iker para que supiera que no debía preocuparse, sabía lo que estaba haciendo.

Observé la mano de Antonio en el borde del escritorio y confirmé que en ese lugar debía haber un interruptor que lo salvaría de cualquier situación riesgosa, cualquiera menos esta, porque nadie podrá salvarlo.

De repente y sin que nadie se lo esperara me subí a horcajas sobre Antonio, quien abrió los ojos sin saber qué hacer o cómo actuar.

___No te preocupes por mi hermano Antonio___miré por encima de mi hombro a Iker quien intentaba disimular su enojo___él está muy consciente de que para retomar el poder de nuestros padres debemos hacer muchas cosas atrevidas.

Me removí un poco encima de su regazo provocando que soltara un gemido y colocara sus manos en mis caderas deteniendo mi tortura.

Había  conseguido lo que quería, retirar su mano del interruptor y hacer que bajara la guardia.

Lentamente me acerqué a él y le susurré al oído.

___Ahora viene la mejor parte___de la nada saqué una pequeña navaja y lo apunté directo a su garganta cubriéndome con mi cuerpo para no ser captada por la cámara frente a nosotros___Harás todo lo que te ordene si no quieres ahogarte con tu propia sangre___Antonio se tensó al sentir el filo de la navaja amenazar su cuello___tomarás tu teléfono, llamarás a los de seguridad y les dirás que desactiven la cámara de la oficina y que por nada del mundo te interrumpan___se me quedó mirando sin intenciones de acatar mis órdenes.

Quería hacerse el valiente y probarme, un error de su parte pues me da igual matarlo frente a sus gorilas.

Apreté más mi navaja contra su piel cortando un poco y haciendo que Antonio soltara una maldición mientras hacía una mueca de dolor.

___Hazlo o te mato y trata de sonar convincente porque de lo contrario mancharás este bello traje___dije mientras acariciaba su pecho llegando a su bolsillo interior y sacando su teléfono___con tu sucia sangre___le extendí su teléfono.

Sin quitarme de encima esperé paciente a que marcara el número y colocara el aparato en su oído.

___Ponlo en alta voz y colócalo en tu oído para disimular___le dije___hazlo ___ presioné al ver sus dudas.

Temeroso obedeció a mis órdenes y colocó el altavoz para luego volver a ponerlo en su oreja, Iker se mantenía en silencio aunque podía sentir su mirada quemar mi espalda.

___¿Algún problema señor?___escuché a través del teléfono, le di una mirada de advertencia a Antonio para que no cometiera ninguna locura.

___No, apaguen las cámaras de la oficina___dijo con decisión.

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