Porros Y Conversaciones

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Yoksen seguía con la vista fija hacia adelante, con su ceño fruncido y con sus dedos agarrando fuertemente los chuches que llevaba en su pecho.

Cualquiera que lo hubiese visto diría que estaba incómodo con la presencia de Natalia a su lado pero lo que en realidad estaba haciendo era rezar internamente para que los chicos no estuviesen todavía en lo que se habían quedado haciendo cuando el salió por la puerta. 

¿Cómo le explicaban a su jefa que en mitad del descanso habían decidido fumarse unos porros? Probablemente aún estaban en un viaje astral y Natalia queriendo saber cómo iban los avances. 

Bueno, que unos porros tampoco eran nada malo… pero si que lo podía llegar a ser si lo hacían en su trabajo.

A ver qué trabajo…trabajo, tampoco eh, que a su amigo y a el, solo les tocaba trabajar cuando la morena salía o cuando les ordenaban algo en específico pero en este momento únicamente estaban brindándole compañía a su hermana y a su amigo, por otro lado, Marta y Dave estaban currando desde esta mañana y habían decidido tomarsen un descanso. 

Pues desde mi punto de vista no es malo ¿No?.

Asintió ahora mucho más tranquilo con aquellas palabras "lógicas" que le susurraba su cabeza. 

Además de eso Reina los había pillado en un par de ocasiones a Dereck y a él y lo único que les había dicho en tono burlón era un "buen viaje" pero Natalia no era Reina y aún la estaban aprendiendo a conocer como para saber cuál iba a ser su reacción. 

—¿Entonces Marta es tu hermana no? — rompió el silencio la morena. 

— si — la observó por el rabillo del ojo aún sorprendido por la nueva cercanía que parecía querer tener su jefa. — le saco un año —

— debe ser guay estar en el mismo curro que tú hermana — 

— no te creas — giro su cabeza por primera vez hacia la morena dejando ver una diminuta sonrisita y Natalia no tuvo más opción que corresponderle por el brillo que adorno el azul cielo de sus ojos al hablar de su hermana. — en ocasiones es muy agobiante tenerla merodeando por ahí. Aunque sea más pequeña parece mi segunda madre enfuruñada todo el tiempo por mi comportamiento — 

— seguro le das motivos para que se enfade — 

— que no, de verdad, si el otro día no veas la forma de reñirme porque salí de casa sin avisarle para donde iba — 

Natalia emitió un sonido de garganta diminuto mientras apretaba sus labios cuando se dió cuenta de un detalle importante. 

— oye, por qué no vais a descansar ya a casa. Es tarde y seguro queréis… — 

— no te preocupes — nego inmediatamente. — hoy nos quedaremos aquí. No sé si estás enterada pero tenemos una habitación para cada uno aquí, así que en cuanto queramos, nos podemos ir a descansar — 

La morena asintió antes de fruncir el ceño lo suficiente para que sus ojos se entrecerraran con sospecha mientas lo repasaba brevemente, lo notaba inquieto, cada paso que avanzaba era más inestable y su intento de conversación para sacarlo de ese estado no sirvió así que decidió pregúntale directamente justo en el momento que llegaron a la puerta de la sala de trabajo. 

—¿Estás bien? — tiro de la puerta empezando abrirla. 

—¡Si! Si… Solo que…que — 

No le dió tiempo a terminar cuando las fosas nasales de la morena se vieron invadidas por un aroma particular haciéndola buscar inmediatamente la fuente del olor. La sala estaba prácticamente en tinieblas por la gran bola de humo que llenaba el ambiente acompañado de las fuertes carcajadas de Marta. 

cuidare de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora