Helado De Chocolate

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POV ALBA




La luz brillante y extremadamente molesta que impactaba directa en mi cara me hizo remover entre las sábanas y unos brazos calentitos.

Después de unos largos minutos y varios intentos para abrir los ojos, finalmente se lograron adaptar a la jodida luz. Gruñi con cansancio pero rápidamente aquel gruñido fue reemplazado por una enorme sonrisa al observar a Natalia a mi lado; su pierna desnuda estaba sobre las mías y sus brazos rodeaban mi cintura proporcionándome un calor que solo su cuerpo me sabía dar. Su carita girada en dirección a mi me dejaba disfrutar en primera fila sus increibles facciones, la curva de sus labios estaba levemente inclinada hacia arriba, sus mejillas estaban rosaditas, su nariz emitía un suave sonido al respirar pausadamente, sus largas pestañas rozaban sus pómulos, su pelo estaba completamente revuelto y sus cejas se contrajeron ligeramente al sentir mi movimiento, así como también sus dedos, inconscientemente, se enterraron en mi cintura para evitar que me alejase.

Trague con fuerza después de sentir aquel apretón. Las escenas de la noche anterior vinieron a mi cabeza haciendo temblar mis rodillas y acelerar mi corazón.

No sé exactamente a qué horas nos dormimos, no sé después de cuántos orgasmos caímos rendidas en la cama, no sé después de cuántos besos nos quitamos el cosquilleo de nuestros labios que ansiaban la piel contraria, no sé después de cuántos "te quiero" entre las sábanas se nos grabó  fuego en cada uno de los rincones de nuestra cabeza.

Lo que si sé con total seguridad, es que había sido una de las mejores noches de mi vida.

Me removí suavemente para no perturbar sus sueños en un intento estúpido de cerrar un poco mis piernas, el muslo de Natalia apoyado justo en mi zona más sensible estaba empezando a activar mi cuerpo y la creciente humedad entre mis piernas lo podía confirmar.

¿Cómo me puedo calentar con tan poco? Nunca en mi vida había llegado a sentir tal nivel de exitacion con tan solo un suave roce.

Otro suspiro profundo salió de mis labios mientras barajaba mentalmente mis opciones:

Podría cerrar mis ojos e intentar seguir durmiendo, opción que descarte al instante con la certeza de que no sería capaz de volver a caer en los brazos de Morfeo.

También podría levantar a Natalia con besos y alguna que otra cosa más y repetir la intensa maratón que nos montamos anoche, pero quizás estaba siendo un poco pesada, probablemente no hacía más de cinco horas que estábamos desnudas entre jadeos, gemidos y sudor en medio de las sábanas.

¿Pero como no me voy a volver completamente adicta a su sabor después de haberla probado la primera vez?, ¿Cómo no volverme adicta a su cara cuando se está corriendo entre mis brazos?, ¿Cómo no volverme adicta a la forma en la que sale mi nombre de sus labios en medio de un orgasmo?.

Y la última opción sería dejarla descansar y levantarme a preparar el desayuno antes de que sus ojitos se abrieran.

Repase los pros y los contras de cada una y después de admirar un rato más la belleza de mi novia finalmente me decidí por la última opción.

MI NOVIA… que bien suena.

Me desenrede de sus brazos con el mayor cuidado posible para no perturbar sus sueños, caminé hasta bajar las persianas dejando la habitación fuera de la luz natural y después de un suave beso en su mejilla finalmente baje en dirección a la cocina para preparar el desayuno.

Mi gata decidió hacer acto de presencia rodeándome las piernas en un intento por llamar mi atención y así, darle algo de comer. La pobre estaba que se subía por las paredes y considerando que no había rastro alguno de mi familia lo más probable es que no comiese desde la noche anterior.

cuidare de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora