POV ALBA
no dormimos una mierda, ninguna de las dos. Ella probablemente para que no le llegasen a la mente aquellas imágenes de la noche de mierda que había pasado y yo por estar pendiente por si quizás necesitaba algo.
Sentía su cuerpo inquieto aunque tratase de demostrarme tranquilidad, sus dedos no podían estar quietos por más de un minuto mientras se apretaban entre ellos y sus pies no dejaban de moverse creando un movimiento constante en la cama, su mirada era esquiva y en los pocos segundos que logré crear un mínimo de contacto visual no podía ver nada en ellos, estaban oscuros y ligeramente hinchados.
También intenté cambiar un poco el ambiente lanzándole varios temas de conversación pero cuando lo único que recibí por su parte fue monosílabos, entendí perfectamente que lo mejor que podía hacer por ella en ese momento era buscar un poco de contacto físico de nuestras manos y compartir el mismo silencio que reinaba en la habitación.
Apenas salieron los primeros rayos de sol, su móvil empezó a enloquecer reclamando su atención así que decidí darle un poco de espacio para que atendiera sus cosas mientras yo iba a la cocina a preparar algo de comer.
Seguro su estómago me lo agradecería luego, aunque ella lo más probable es que se negara enseguida a la propuesta de digerir algo.
- creo que se me olvido darte los buenos días al levantarnos - su voz suave y ligeramente ronca me saco de lo más profundo de mis pensamientos haciéndome girar para encontrarla sentada en la silla de la barra desayunadora, observándome fijamente. - así que buenos días -
- buenos días para ti también - le lancé una pequeña sonrisa que fue correspondida por una ligera inclinación de sus labios. - te he preparado algo para comer - informé dejándole el plato al frente, el cual miro un tanto insegura.
No sé cuánto había tardado en cortar aquellas frutas pero creo que fue un tiempo considerable ya que a ella le había dado tiempo de ducharse, vestirse y arreglarse de tal forma que no se notará que la noche anterior había llorado hasta la última gota que tenía para llorar y que no había dormido un solo minuto en toda la noche.
Estaba preciosa, como siempre.
- sé que lo último en lo que estás pensando es en comida pero un poco de fruta te servirá para reponer fuerzas -
Asintió aún sin estar muy convencida mientras yo me sentaba al frente con un plato para mí.
-¿Necesitas ayuda para limpiar tus heridas? -
- me he encargado de eso mientras me duchaba -
Ahora fue mi turno de asentir antes de centrarme en mi comida.
-¿Tienes... Tienes que salir hoy de casa? - levanté mi mirada hacia ella con una ceja en alto. - quiero decir, creo que será peligroso salir, tanto para ti como para las personas que vayas a ver y... -
- mis padres y... -
- no te preocupes por eso - se adelantó a mi petición pinchando un trozo de manzana con el tenedor. Era un tipo de distracción porque sabía perfectamente que ese trozo no iba a llegar a su boca. - tus padres y Marina están completamente cuidados; incluso puse un poco de protección al resto de tu familia -
- gracias -
- gracias a ti por esto - dejo caer el tenedor en el bol y lo aparto suavemente. - pero creo que preferiré un café - volvió a inclinar ligeramente sus labios en un intento de formar una sonrisa y se levantó hacia la cafetera.
Verla preparando su café en mi cocina, con sus movimientos agiles desplazándose por todo el sitio sabiendo exactamente en que parte se encontraba todo lo que necesitaba, me generaba muchísimos sentimientos juntos, aquel simple gesto sin importancia despertó sensaciones en mi que hacia meses no sentía.

ESTÁS LEYENDO
cuidare de ti
Fiksyen PeminatAlba Reche, estrella de la música, que gracias a su más reciente álbum su fama escala a niveles exorbitantes. Natalia Lacunza, rodeada de un entorno peligroso y arriesgado, pero gracias a la adrenalina, placer, éxtasis, entre muchas otras cosas más...