Misión Cumplida

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POV ALBA



El sonido de la puerta siendo golpeada fuertemente, me saco del mundo de los sueños, intenté estirarme y acomodarme mejor pero sentí algo debajo de mi, haciendo que mi mente tratase de ubicarme en tiempo y espacio; no tarde mucho en lograr aquella tarea, el olor característico que llegó a mis fosas nasales fue suficiente para que todos los acontecimientos antes de terminar dormida llegarán a mi mente causándome una gigantesca sonrisa aún sin abrir mis ojos. 

— Alba — su voz ronca gracias a las horas de sueño vibró sobre mi oreja ya que aún seguía con mi cabeza sobre su pecho. 

— cinco minutos más —

— estoy casi segura que si esperamos cinco minutos más, tu puerta va a ser derribada —

Aquello me recordó la razón por la que había dejado los brazos de Morfeo haciendo que usara toda mi fuerza de voluntad para abrir un poquito mis ojos. Respire una vez más su aroma antes de salirme de aquel reconfortante escondite e inclinar un poco mi cabeza para mirarla desde allí.

— madre mía, ¿Cuánto hemos dormido? — interrogué al observar todo nuestro alrededor.

Habían sido demasiadas horas de sueño ya que al dormirnos apenas era de mañana y ahora todo empezaba a oscurecer, aunque no me sorprendía ya que llevábamos prácticamente dos días sin dormir.

— lo suficiente —

— que gran respuesta Lacunza —

— lo se, soy buenísima en dar buenas respuestas — sonrió siguiéndome el rollo. — e ideas, y una idea que tengo ahora mismo es que vayas abrir la puerta —

— se van a cansar — me encogí de hombros negándome a levantarme.

— eso pensé yo diez minutos antes de que te levantaras, pero se ve que estaba equivocada —

—¿Hace mucho estas despierta? —

— nop, los golpes también me levantaron a mi —

Eso significaba que los golpes habían estado más de diez minutos, los vecinos me iban a denunciar.

—¿Y si son tu amigos que te necesitan para alguna emergencia y por eso están tan insistentes? — abrí los ojos preocupada pensando en aquella opción. 

— los chicos me han estado actualizando lo que pasa cada hora en aquella casa, además me enviaron la señal de las cámaras y por lo que he visto en mi móvil todo esta bajo control — suspiré tranquila con aquella información. — quizá sea algún amigo u amiga tuya, ¿Dónde tienes tu móvil? —

— creo que lo deje en la habitación —

Los golpes habían cesado hacia un minuto largo así que pensé que por fin íbamos a descansar de aquel ruido tan molesto pero tan pronto como pensé aquello, el sonido insistente volvió.

— joder — bufé sin ocultar mi disgusto levantándome de aquel cuerpo con evidente desanimo. 

Natalia se levantó conmigo acompañándome hasta estar a unos cuantos metros de la puerta, atenta a quien sea que estuviese al otro lado. 

— Alba — murmuró cuando cogí el pomo. — mira por la mirilla —

Le hice caso sin dudar observando al otro lado a una Marina con su cara roja, su pelo alborotado y sus cejas fruncidas sin dejar de golpear la madera, mi único instinto fue abrir de golpe, era una hermana horrible, quizá estaba en peligro o necesitando algo urgente y yo tirada en el sofá durmiendo como si nada me importase. 

cuidare de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora