Hasta lo Imposible

8

— Lisa, despierta.

— Steve?

— Tienes que despertar! Ahora!

Abro mis ojos de golpe siendo recibida por la oscuridad de la habitación, mi respiración era agitada y mi cuerpo sudaba. Busque a quien me había gritado, pero no encontré nada más que a los niños dormidos en la cama a mi lado.

Pase una mano por mi frente sudorosa y me siento en el sillón pateando la sábana.

Esa voz, era idéntica a la de Steve. Podía jurarlo.

¿Acaso me estaré volviendo loca?

Sabiendo que no podría conciliar el sueño en un rato, me levanté y cubrí a Ben con cuidado. Fui a revisar a Ana que estaba rodeada de almohadas a falta de una cuna. Todo estaba bien, entonces ¿por qué soñe con eso?  Sacudo mi cabeza ante la tonta pregunta, no debía creer en los sueños; Estos de por si ya eran raros, al grado de hacerme creer que me casaría con Tom Hiddleston con Meryl strip de dama de honor.

Mi garganta estaba seca, por lo que decido ir a la cocina por un vaso de agua. Camino con cautela no queriendo alterar a nadie en la casa, pero esto fracasa cuando noto luces bajo la puerta de entrada.

Me detengo abruptamente, quizá debía ser Sambo bucky, pero el primero se había marchado esa tarde para seguir investigando y Buck dormia en el sillón de la sala, en esos momentos lo estaba viendo.

Escucho pasos, rápida y torpemente me encamino hasta bucky de puntillas y me arrodillo a su lado. Escucho susurros y voces de fuera.

— Bucky! Bucky!— Susurró agotando su hombro, el se remueve.— James! Despierta!

Como si le hubiera dado una bofetada, el despierta agitado. Me mira asustado y confundido. Yo abro mis labios para hablar cuando noto la gran cicatriz en su brazo conectada a una prótesis de metal brillante. Siento un escalofrío en mi espalda.

— Lisa?

Parpadeo obligandome a enfocarme en lo importante.

— Hay personas afuera.— Susurró. El se levanta de golpe y camina hacia allá, asomándose por la mirilla. Tan pronto lo hace, corre hacia mí y toma mis brazos tirandome al suelo.

Algo se estrella contra la puerta, casi destrozandola. Eran balas, seguidas y mortales que comenzaron a estallar en astillas la puerta principal. 

— Escondete en la habitación con los niños.— Me pude bucky ayudándome a levantarme. Torpemente lo hago, aturdida por los balazos. — Iré a buscarlos, llama a Sam.

Asiento y corro hacia allá sintiendo que el me cubre la espalda, tomo torpemente el celular que Sam nos había dado para esos casos y me encierro en la habitación colocando llave y muevo el tocador contra eso.

Marco con mis dedos temblorosos el primer número y espero ansiosa que me respondan. Algo se aferra a mi cintura, era  Ben quien lloraba asustado y Ana le hacía segunda desde la cama.

— Hola?

— Sam! Están atacando la casa! Están disparando!— Grito aterrada sosteniendo a Ben contra mi cuerpo y corriendo hacia la bebé para calmarlos.

— Mierda, voy para allá.

Para mi horror el colgó la llamada, dejándome sola con dos niños aterrados, trate de calmarlos pero fue inútil. Puesto que yo estaba igual que aterrada que ellos.

Trate de pensar fríamente, debía enfocarme y olvidar el miedo.

— Escucha, Ben. Necesito que me hagas caso, de acuerdo?— El asintió.— Ves ese clóset de allá? Quiero que te escondas en el, en lo las profundo que puedas.

El corrió hacia allá, lo seguí y le ayude a mover los abrigos. Pero antes de que el entrara tomo mis piernas.

— No me dejes lisa.

Siento un tirón en el pecho, y beso su frente.

— No lo haré. Lo prometo.— susurró abrazándolo con fuerza.— Voy a calmar a Ana, y cuando ella esté bien. Te la entregaré, de acuerdo? Solo serán unos minutos.

— Cuántos?

— Veinte. ni más ni menos.— digo sin pensarlo demasiado, escucho gritos del otro lado de la puerta. Tengo mis nervios a flor de piel.

— Cuando empiezo a contar?

— Cuando te de a Ana. Okey?— Tomo a la aludida en brazos y busco desesperada su chupón. Mientras lo hago, la muevo lo más delicada que puedo. Esto no parece calmarla y quiero llorar.— Vamos Ana, guarda silencio. Dónde mierda está el chupón?!

Tiro la bolsa esperando encontrarlo y por obra del destino lo hago, se lo colocó en la boca y ella se aferra a el dejándola solo con sus ojos rojos y cristalinos. Suspiro aliviada y corro hacia Ben que me veía con su cuerpo fiera del clóset.

— Cuida de ella, okey? No salgas de aquí hasta que el tío bucky, el tío Sam o yo te hablemos.

— También si viene papá, ¿verdad?

Aprieto mis labios con fuerza y no me queda más que asentir, él con más confianza toma a su hermana y la pega a su pecho tal y como siempre le enseñe a hacer.

Beso sus frentes una última vez antes de cerrar la puerta del clóset dejando un espacio para su respiración. Tomo aire y busco un arma con la que defenderme.

Solo encuentro un perchero, el cual tomo con fuerza y me colocó frente a la puerta para golpear a quien se atreva a entrar y lastimar a los niños. Aprieto mis manos entorno al metal y separó mis piernas para tomar fuerza, apesar de sentir el temblor del miedo envolverme poco a poco.

Espero varios segundos en un intenso silencio, y me tenso por completo al oír que la perilla comenzaba a moverse violentamente. El tocador que había puesto se movió bruscamente junto a la puerta que se hizo pedazos.

Un hombre enorme de mirada desquiciada se mostró del otro lado, tenía en sus manos un hacha manchada de sangre que goteaba hasta el suelo.

— Hola lindura.— su voz fue chillona, similar al de una risa escribiendo en el pizarrón.— Que estás haciendo?

Me aferró al perchero con todas mis fuerzas posibles, el sonríe de lado y avanza unos pasos.

— Aléjate!

El sonríe aún más sin detenerse y recarga su pecho sobre la punta del perchero, presionando con fuerza obligandome a hacer fuerza para no retroceder.

— Me temo que no debo hacerlo. Aunque podemos llegar a un plan.— ladea su cabeza.— dime dónde están los niños y no seré tan cruel Contigo.

— Vete a la mierda.— Mascullo molesta tomando impulso y estampando el perchero contra su pecho. El se tambalea pero logra sostenerse de la cama.

— Bueno, yo quería ser bueno contigo.

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