Eran las seis de la mañana, cuando Ben se despertó abruptamente. Se bajo de la cama rápidamente y corrió torpemente hacia la habitación de su madre. Pero pronto su mente temerosa recapacito y se dio cuenta que ya no estaban en aquella casa de campo.
Se detuvo con un puchero en sus labios, camino lentamente encontrando a su tio Bucky dormido en el sofá cruzado de brazos. El tenia una cara molesta al dormir, Ben suponía que era por que su mamá Lisa se encontraba con aquellos hombres que se la habían llevado. Ben se dio cuenta de que su tio bucky había dejado de ser feliz desde que ella se fue.
Ben se acerco a su tío con cautela, jugando con sus manos. Toco temeroso su pierna, y el se levanto asustado, casi a punto de salir corriendo. Al ver el rostro lloroso de Ben, suspiro aliviado frotando sus ojos con cansancio.
— ¿Que sucede amigo?
Ben se subió con dificultad al sillón, Bucky tuvo que ayudarlo para que se sentara a su lado.
— Extraño a Mamá Lisa.
— Yo también la extraño, Ben.
— ¿No podemos ir por ella?— Los ojos brillantes azules idénticos a los de su padre le vieron. Bucky poso una mano sobre su cabeza y revolvió su cabello.
— Aún no, pero pronto ella estará con nosotros.
— ¿Cuanto falta para eso?
— Menos días. Lo prometo.
— Oh.
Ambos se quedaron en silencio, Bucky froto su rostro con fuerza. El era un asco consolando bebes, no sabia que hacer. Necesitaba de Lisa.
— ¿Quieres beber algo?
Ben negó para después bostezar. Bucky sonrió levemente, viendo como el pequeño luchaba para no dormirse.
— ¿Quieres ir a dormir?— Ben asintió frotando sus ojos. Bucky se levanto soltando un quejido por el dolor de su cuello, (consecuencias de dormir sentado en aquel incómodo sillón) y lo tomo entre brazos para llevarlo a su habitación. el niño enrosco sus bracitos en su cuello, recargando su cabeza en su hombro. El mayor palmeo su espalda un par de veces.
Al recostarlo y arroparlo, se quedo sentado a la orilla de la cama. Haciéndole saber a Ben sin palabras que el se quedaría ahí, para cuidarlos.
— ¿Tio Bucky?
— ¿si?
— tu vas a salvar a Mamá, ¿verdad?
Bucky sonrió levemente.
— Haré hasta lo imposible para traerla de vuelta.
Meses atrás.
— Cuando salgamos de esto.— Lisa comento una noche en la que simplemente se encontraban abrazados viendo el cielo por la ventana del primer piso.— Llevaremos a los niños a comer hamburguesas.
— ¿Por que hamburguesas?
— En una de las películas de Ben, los personajes comían hamburguesas, y el me pregunto que si que eran.— volteo a ver a su pareja casi con histeria. James rio.— ¡No te rías! ¡es serio!
— No son la gran cosa.— la mirada asesina de Lisa se poso en el que sonrió divertido.— ¿Oh si?
— Es la mejor comida del mundo.— suspiro y se acurruco contra el cuerpo de James en el sillón.— Definitivamente iremos a comer hamburguesas al salir de aquí. De eso me encargo.
— No podre detenerte, ¿oh si?
Ella le observo desafiante, alzando una ceja. Quería parecer intimidante ante el, pero no le salio en lo absoluto.
— Sabes que si, pero no lo harás. Por que me quieres mucho.
Bucky le observo sonriente, sintiendo un intenso calor en su pecho.
— Estas equivocada cariño, yo no te detendré por que te amo.— Lisa le vio con ternura.— Y por que aprecio mi vida.
Ella soltó una carcajada acariciando su mejilla con cariño, el cerro sus ojos.
— Quien diría que el famoso lobo blanco, ha sido domado por una simple niñera.
El bufo alejándose de su agarre, sintiendo sus mejillas rojas. Lisa rio.
— Cállate.
— También te amo, lobito.
****
Actualidad. Base de investigación de E.U.A. 3:30 am
Lisa despertó de golpe ante el movimiento de su hombro de manera brusca, ella volteo asustada encontrando a una de las guardias que custodiaban su puerta con mala cara.
— ¿que sucede?
— Levántate ahora.
— Que...
Lisa cerro la boca de golpe cuando noto la punta de una pistola apuntándole el vientre, sintió un escalofrío correr por su espina dorsal y se quedó helada.
— Muévete, ahora.
Lisa lo hizo, se levantó de la cama con cautela sin perder de vista el arma. Alzó la vista ante un movimiento que vio tras aquella mujer, encontrando a un hombre de increíbles ojos verdes brillantes. Era alto, demasiado alto y con un porte que hizo que Lisa se sintiera pequeña a su lado. Tenía una barba de candado perfectamente delineada y tenía un traje idéntico al de aquella guardia.
Aquel hombre observo a Lisa de pies a cabeza, con una ceja alzada de manera arrogante. Hizo una mueca de asco y bufo.
— ¿Tu fuiste la que causó tantos problemas?— Su voz sonó burlona.— mis hombres son un fracaso, o tu eres muy buena en evitar la muerte.
— ¿Quien eres tú?— Pregunto Lisa temerosa pegada a la pared de la habitación. Su cuerpo temblaba cual hoja por el viento ante la presencia de ellos dos.
Aquel hombre se llevó una mano al pecho, con una fingida mueca de dolor.
— Me lástima que no me conozcas.— sonrió levemente.— ¿Acaso no ves algo familiar en mi?
Lisa en verdad intento encontrar algo, un indicio que le dijera que lo había visto de antes. Pero no obtuvo nada. El era un completo desconocido para ella.
Ante su mirada, aquel hombre bufó y de un simple movimiento de la muñeca, hizo que el cuerpo de Lisa se estrellara contra una de las paredes. Ella soltó un jadeo ante el dolor y la sorpresa, le observo con los ojos abiertos de par en par.
Se levantó con dificultad apoyada en la pared, la mujer que lo acompañaba mantuvo firme su amenaza con aquella arma y no dudo en apuntarle con más confianza. Lisa juro que iba a morir en ese instante, pero entonces aquel hombre colocó su mano frente al cañón del arma.
— Parece que el golpe te atrofio la memoria en vez de arreglarla. Soy Wilmot Meadow.
— Si te digo que no tengo ni puta idea de quién eres, ¿volverás a golpearme?— dijo ella sin remordimiento alguno, el tono de su voz duro la sorprendió. Ella estaba aterrada, su cuerpo dolía de manera intensa. Pero de alguna forma se las había arreglado para decir aquello. Estaba cansada, hambrienta y adolorida, aquel hombre solo había logrado sacar su mal humor.
— Tienes agallas niña.— Observo las cicatrices de sus manos y un brillo de interés se poso en sus ojos.— Y cicatrices de guerra.
Lisa apretó sus puños con fuerza.
— ¿Que es lo que quieres de mi?
— Venganza.—exclamo realmente intrigado por la mujer que le hacía frente apesar de temblar como un perro chihuahua.— Dulce y tierna venganza.
NO COPIAS NI ADAPTACIONES
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Hasta lo Imposible
Fanfiction- Steve Rogers me contrato para proteger a los niños. Voy a terminar mi trabajo y los protegere hasta saber que están seguros. - Esto será arriesgado, ¿lo sabes no? Puedes morir. Trague saliva sonoramente, Ana se quejo entre mis brazos, baje la vist...