FINAL

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Cinco años después.

James entro a su casa dejando las llaves en su lugar al igual que la correa de Borky el perro labrador que habían adoptado años atrás. El animal paseo alegremente por la casa en dirección a su tazón de agua encontrándolo vacío, se quejo en voz alta viendo hacia james que miro la situación extrañada.

Desde que lo adoptaron, Lisa se había encargado de mimarlo. No dejando ni un segundo los tazones vacíos de comida o de agua, y gracias a eso Borky estaba por fuera de los limites de peso de un perro de su misma raza.

Preocupado por esto, camino por la casa esperando encontrarla en su estudio o en la cocina, al no encontrarla comenzó a preocuparse y como si borky sintiera lo mismo comenzó a olfatear la casa lloriqueando al no ver a Lisa.

— ¿Lisa? -preocupado alzo la voz tomando el arma que ocultaba en uno de los jarrones, al no obtener respuesta quito el seguro.

— A-aquí estoy.

Su voz provenía del baño, se acerco con cautela hacia este esperando a que ella saliera y cuando lo hizo, James suspiro aliviado asegurando el arma.

— Por dios, pensé que algo te había pasado.- susurro viendo a Borky que se restregaba en sus piernas, Lisa acaricio sus orejas de manera distraída.— ¿Estas bien?

Pronto noto que sus ojos yacían rojos al igual que su nariz, se acerco a ella tomando su rostro.

— No quiero que te ilusiones. - susurro con sus ojos cristalizados, su esposo le miro confundido hasta que ella saco de tras de su espalda un pequeño palito blanco con azul.

James lo tomo confundido notando que tenia dos rayas de color rosa en una pequeña ventanita.

— ¿Qué es esto?

— Una prueba de embarazo.

El hombre siente un escalofrío recorrer su espalda, vio a su esposa en silencio. No sabiendo como reaccionar o que decir.

— ¿Qué quieres hacer?

— Una prueba de sangre, ahora. - ordeno ella viéndole fijamente a los ojos, James asintió torpemente caminando ambos hacia la entrada en completo silencio dejando a Borky confundido y sediento en su hogar.

El camino hasta la clínica fue tenso y realmente aterrador, en los semáforos James acariciaba las manos de Lisa que rodeaban su vientre con fuerza por los nervios y no por la velocidad de la motocicleta.

Al llegar, Lisa fue atendida rápidamente dejando a James afuera pálido cual papel, tomo aire soltándolo bruscamente llamando la atención de uno de los hombres que esperaban en el mismo lugar.

— ¿Esperas un niño o un resultado?

James le miro de reojo dejando de mover su pierna ansioso.

— Un resultado, supongo.

— ¿Es el primero?

— Espero que sí. - susurro, se puso de pie de inmediato en cuanto Lisa salió del consultorio. Se acerco preocupado, Lisa le abrazo con fuerza. — ¿Que sucedió?

— Me darán los resultados en media hora, me hicieron una ecografía abdominal para revisar bien. – oculto su rostro en el pecho de su esposo. — Quiero vomitar.

— Tranquila, te acompaño al baño. – Sosteniéndola la llevo al sanitario y espero pacientemente por ella en el umbral, miro el reloj de su muñeca ansioso. James también quería vomitar, pero se contuvo, lisa le necesitaba cuerdo en caso de una mala noticia.

Hasta lo ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora