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Querido lector fantasma.
Te quiero pedir un favor.
Me encantaría que votarás.
Y que la estrellita tocarás.
Para apoyar está historia.
Y tener capítulos sin demora.
-MJ

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años atrás

— Soy Alisa Carson, la niñera que usted contrato para cuidar de Ben.— Me presentó nerviosamente, el hombre alto y fornido sonríe amablemente y toma la mano que le tiendo en un firme apretón.

— Un gusto conocerte, soy  Steve Rogers. Pasa por favor.

Entro al lugar viendo con atención los detalles de la casa, era sencilla. Teniendo todo lo esencial, sin embargo, en todo el suelo habían juguetes y varios papeles rayados.

— Lamento el desorden.— Steve se disculpo rejuntando unas cuantas hojas del sillón, las acomodo en un rincón y me invita a sentarme. Lo hago colocando mi mochila sobre las rodillas.

— No hay problema. Aumenta la creatividad en los niños.— Comento con una pequeña sonrisa queriendo calmar mis nervios. Estaba siendo entrevistada por el gran capitán América! Casi me desmayo al enterarme de que trabajaría para él.

— Demasiado diría yo.— Fie el sentándose al otro lado de la mesa de centro.— en el expediente que me dieron, habla de que tienes buenas críticas y bastantes referencias.

— Hago lo mejor que puedo. Sus hijos estarán a salvo siempre, señor Rogers.— juego con mis manos. Conteniendo el temblor de mis dedos.

— Eso no lo dudo.— Se inclina en su asiento.— Me tome la libertad de hablar con los padres de los niños que cuidaste. Comentaron sobre una vez que evitaste el secuestro de un niño.

Alzó la vista sorprendida ante su comentario. Aquello era verdad, sin embargo, los padres de aquel niño al que había salvado me habían pedido que no lo comentará. Ellos eran de mucho poder y no querían que las demás personas hicieran un escándalo de ello.

— Si. Lo hice.

— Golpeaste al tipo con un paraguas y antes de que huyera, Marcaste su auto con slime.— Sonríe aparentemente fascinado recargándose en el respaldo.— Gracias a eso dieron con él en menos de dos horas.

Asiento firme recordando la adrenalina de aquel momento. No había podido calmarme hasta que dieron con él.

¿Que le puedo decir? He visto muchas series policíacas.— Digo queriendo bromear, no me gustaba mucho hablar de ese tema. Por que en realidad, no recordaba mucho. Simplemente había actuado ante las circunstancias de manera automática.

— Eso es increíble. No dudaste en arriesgar tu vida para proteger al niño. De no ser por ti, hubiera terminado todo en tragedia.

Trago saliva jugando con mis dedos, bajo la vista unos segundos y finalmente digo.

— Se lo que se siente el perder un hijo.— admito con la mandíbula apretada.— No se lo deseo ni a mí pero enemigo. Entre a este trabajo para proteger a los niños y a los padres de ese agonizante dolor.

La mirada de Steve cambia, lo que me hace creer que no le pareció mi comentario. Pero no me arrepentía de mencionarlo, estaba comprometida con mi trabajo y la honestidad era algo crucial en el área en el que me especializaba. Después de todo la confianza entre los padres y las niñeras debía ser firme si se quería que el trabajo sea ameno y seguro.

Hasta lo ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora