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Querido lector fantasma.
Te quiero pedir un favor.
Me encantaría que votarás.
Y que la estrellita tocarás.
Para apoyar está historia.
Y tener capítulos sin demora.
-MJ

— ¿Estás triste, Lisa?

Aprieto mis labios al oír la pregunta de Ben y siento algo removerse en mi pecho al sentir su cálida mano en mis mejillas.

— Si, Ben. Estoy triste.— El se sienta en mi regazo y rodeo su cuerpo con mis brazos. Comparto una mirada con bucky que cuida de que Ana no caiga del sillón. Asiente levemente y tomo aire pensando las mejores palabras para decirle a Ben la verdad.— Muy triste en realidad.

— ¿Por que?— sus ojos azules brillan en curiosidad y preocupación. Acaricio su mano y suspiro.

— Es una noticia muy triste, corazón. Es sobre papá.

Decirle a un niño de cinco años que su padre jamás va a volver, fue peor que ser casi asesinada por un hombre psicópata. Ver su mirada azul brillante apagarse y sus labios formar un puchero fueron como grietas en mi corazón.

Ben tenía cinco años, podría no entender el sentido de la muerte en ese instante, ni la magnitud de lo que sucedía. Pero a su corta edad, ya conocía el termino de abandono gracias a su madre.

Trate de suavizar el golpe, pero aún así. Algo se apago dentro de él, lo pude ver en sus expresivos ojos. Ben no lloro, simplemente se quedó callado, sus manos se aferraron a mi blusa y lo apegue a mi pecho, besando su coronilla aguantando mi llanto.

— Nosotros estaremos para ti, amigo.— Bucky había llegado hasta nosotros,  se había arrodillado con un gesto de angustia ante su silencio.— Siempre estaremos para ti.

— Así es amor.— Susurró limpiando mis lágrimas y tomando sus manos.— Estaremos siempre para ti.

— ¿Seras mi nuevo papá?— susurró a su tío que alzó sus cejas ante la pregunta.

— No, amigo.— acaricio su cabello rubio con cuidado.— tu papá siempre será tu papá, y nadie podrá tomar su lugar.

Ben se acurrucó contra mi pecho nuevamente y nos quedamos en silencio durante varios minutos, donde solo los balbuceos de Ana se escuchaban. Mi corazón se agrieto cuando poco a poco los hombros delgados de Ben comenzaron a sacudirse en sollozos fuertes y aturdidores; sin poder hacer nada mas, cerré mis ojos y lo apreté contra mi pecho dejándolo llorar todo lo que quisiera. 

Pronto sentí como algo se posaba sobre mis hombros, abrí mis ojos entre lagrimas notando que Bucky se había sentado a nuestro lado abrazándonos con fuerza con Ana recargada en su pecho, observe con suma tristeza como sus ojos se habían cristalizado y al estar ocupada sosteniendo a Ben recargue mi cabeza en su hombro pegando aun mas al niño junto a nosotros.

*****

Los días después de aquel momento fueron difíciles, Ben estuvo callado la mayoría del tiempo, ni siquiera haber encontrado golosinas pudo alegrarlo. Se mantuvo apegado a mi y a su hermana siempre que pudo, por ello tuve que irme a dormir con él varias noches.

Pero entonces, al cumplirse dos semanas. Ben poco a poco, volvió a ser el mismo niño curioso de siempre, comenzó a animarse con las cosas, corría por la casa y parecía más protector con su hermana menor. Eso nos alegro bastante a bucky y a mi.

Escucharlo reír nuevamente,fue una imagen que siempre atesorare en mi memoria.

Por otro lado, Bucky pareció abrirse un poco más con nosotros, hablando múltiples veces y siendo parte de las aventuras que Ben inventaba. Su brazo había sanado por completo, lo que lo había impulsado a arreglar la casa por fuera, incluso planeo en hacer un jardín para verduras después de haber encontrado semillas de Vegetales entre las cajas, y apesar de que ninguno de los dos sabía cómo empezar, él se mostró muy motivado en hacer crecer las zanahorias. Fueron bastantes las horas en las que comenzó a remover la tierra y comenzar a plantar; mientras los niños  jugaban con la tierra suelta, haciendo que mas de una vez los cambiara de ropa.

Hasta lo ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora