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ADVERTENCIA.

¡CAPITULO LARGO!

¡GRACIAS POR CONTINUAR TU LECTURA!

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— Estas en perfecto estado. - El doctor masculla viendo los documentos, Lisa le mira sorprendida. — Ya no hay nada de aquella sustancia en tu sangre y tus pupilas responden muy bien a la luz. Parece que tu cuerpo se regenero de alguna forma, tus cicatrices casi no se ven.

— ¿Y eso a que se debe?

— Si te soy sincero, no lo se. ¿Crees en los milagros?

— Ahora si.- El doctor carcajeo.

— En ese caso, en eso creere yo también.- Imprimió unas cosas para tomar las hojas y sacar una pluma.— Dada las circunstancias, puedo decir que te daré de alta finalmente.

— ¿En serio? - Lisa cubre sus labios realmente emocionada. Llevaba esperando ese momento desde hacía muchísimo tiempo, estaba cansada de los hospitales.

— Muy enserio. - firmo unos papeles con una sonrisa en sus labios. — Eres libre Lisa.

Ella tomo los documentos que acreditaban las palabras del medico con las manos temblando, parpadeo dejando caer sus lagrimas por sus mejillas. Se levanto para estrechar la mano del doctor con emoción.

— Muchas gracias.

— No hay de que querida, eres una mujer muy valiente. Ya era hora de que fueras finalmente feliz después de todo lo que haz hecho.

Entre lagrimas, Lisa sonrio y tras unas palabras mas de agradecimiento salió de el consultorio. Veía el papel incrédula y al alzar la vista se encontró con James que mordía sus uñas nervioso moviendo ansioso una de sus piernas, al verla acercarse se puso de pie de inmediato al verla llorar.

— ¿Estas bien? ¿Qué te dijo?- pregunto ansioso tomando sus brazos con cuidado, Lisa sonriente le tendio el papel, james leyó con rapidez y le miro sorprendido.

— Estoy perfectamente bien.- susurro conteniendo su llanto.— Ya no hay nada de Wilmot en mi, estoy bien.

Entre risas de jubilo y emoción, tomo a Lisa de la cintura para abrazarla con fuerza y alzarla unos centímetros del suelo. Cerro sus ojos con fuerza agradeciendo a los cielos por finalmente dejarla sana y salva entre sus brazos.

— Por dios amor, eso es maravilloso!.- James tomo su rostro entre sus manos besando su frente, limpio sus ojos llorosos con la manga de su chaqueta.

— Por fin estamos bien.

James sonrio acariciando su mejilla, beso cortamente sus labios.

— Por fin estamos bien. – repitió en un susurro abrazándola de nuevo.

***

James removió su brazo nuevo sintiéndose mejor que el otro incluso, miro a las dora mijage en forma de gratitud, dejandoles su viejo brazo metálico en una caja.

— Se los pagare en cuanto pueda.

— Con solo cumplir con tu parte del trato nos es suficiente. – Hablo la mujer cerrando la caja con un solo golpe. — Cuando necesitemos tu ayuda, estarás ahí.

— Sin duda. - asintió tomando su chaqueta. Vio que ellas se preparaban para irse, pero entonces el pregunto. — ¿Podre llevar a alguien conmigo?

— ¿Nos ves con cara de bienes raíces?- gruño molesta, james sonrio.

— Son el lugar mas seguro que conozco, tengo que proteger a mi gente al igual que ustedes.

Hasta lo ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora