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Querido lector fantasma.
Te quiero pedir un favor.
Me encantaría que votarás.
Y que la estrellita tocarás.
Para apoyar está historia.
Y tener capítulos sin demora.
-MJ

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- ve con bucky, Princesa.- animo a la bebé que volvía a soltarse de mi para comenzar a caminar. El aludido dejo la pala de lado y se acunclillo con los brazos extendidos hacia la bebé.

- ¡Ven aquí, Ana!

- vamos Ana!- Grita Ben mientras la sigue junto a mi cuidando de que no caiga.

La bebé animada, comienza a dar pasos más decididos entre la tierra suelta, la sostengo de inmediato cuando estuvo a punto de tropezar con un montón de tierra, pero luego ella se remueve para continuar caminando hacia él.

Finalmente tras varios tropiezos más lo logra, y cae sobre los brazos de bucky que la alza en vuelo haciéndola reír, Ben brinca a su alrededor festejando a su hermana viéndole con suma alegría.

Si tan solo tuviera una cámara para poder plasmar este momento por siempre.

Habían pasado ya un cuatro meses y medio desde que habíamos llegado al búnker. Fueron días tediosos, al no haber más cosas que hacer. Por lo que tuvimos que improvisar inventando varios juegos para que los niños se entretuvieran.

Milagrosamente, el mini huerto que bucky había creado, comenzó a crecer y a dar frutos pequeños y deformes. Aún recuerdo su mirada brillante al notar que uno de las pequeñas plantas había dado una pequeña fresa. De no ser por qué logré quitársela, bucky la hubiera guardado en un cofre como recuerdo.

Ese día, habíamos decidido salir a tomar aire. La estábamos pasando muy bien, sin embargo, no podía evitar sentir cierto temor cuando escuchaba a lo lejos a los autos pasar por la carretera.

Desde que nuestra relación comenzó, el se convirtió en otra persona. En el buen sentido, se volvió un hombre ejemplar y cariñoso conmigo. Me apoyaba en mis noches de pesadillas y cuidaba de los niños junto a mi. Se había vuelto una gran pareja, y confidente en tan poco tiempo que me asustaba.

Despertar entre sus brazos era lo mejor del día, Nunca pensé que llegaría a sentirme segura y completamente feliz al lado de alguien.

- ¡Preciosa! ¡Únete a la celebración!

Salgo de mis pensamientos encontrándome con la mirada de bucky aún con Ana en su brazo normal y Ben colgándose del otro como si fuera un juego de pasamanos.

Me acerco esquivando los montones de tierra siendo recibida por Ben que se lanza hacia mi abrazando mi cintura, lo cargo con cuidado y el se recarga en mi cadera.

- ¡Podemos celebrar con galletas?- Los ojos azules del niño me preguntan con emoción.

- No creo que eso sea sano, cariño.- Digo limpiando su mejilla de tierra con cuidado.

A falta de leche y huevos hacia las cosas un poco más difíciles, por lo que me las había ingeniado para hacer galletas de arroz inflado mezclado con malvaviscos. Un postre sencillo, nada nutritivo, pero que al parecer les encantaba.

- ¡Anda, Mami! Por favor!- Ben rogó moviéndose. Perdí el aire al escuchar como me había llamado, sentí mis ojos aguarse. Ben pronto detuvo su ajetreo y cubrió su boca, como si hubiera dicho la grosería más horrible del mundo.-—Lo siento.

Trago el nudo en mi garganta, y parpadeo para evitar mis lágrimas.

- Está bien, Ben. No te preocupes.

El infla sus mejillas y se sonroja, baja la mirada unos segundos y me ve directamente.

- ¿Puedo llamarte mamá Lisa?

No podía decirle que no, podría herirlo. Pero no me sentía capaz de portar aquel título. Suelto un suspiro ante su mirada y sonrió levemente.

- Si.

Sus ojos brillaron y se abrazo a mi cuello con fuerza casi haciéndome caer a la tierra por la fuerza. Río entre dientes abrazándolo de vuelta. El se suelta de mi cuello y voltea hacia Ana que jugaba con la camisa de bucky,

- ¿Oíste eso, Ana? ¡Tenemos mamá!- Chillo Ben, la bebé pataleo y para mi sorpresa, Balbuceo.

- Ma-má.

Los tres nos quedamos en silencio, bucky sonrió y la alzó en el aire.

- ¡Mira nada más! ¡Otra palabra nueva!

- ¡Nova!- Balbuceo ella imitando torpemente a bucky.

Reí cuando Ben casi escala mi cuerpo para poder alcanzar a su hermana en el aire. Veía la escena con un nudo en la garganta y me obligue a controlarme para no arruinar el momento.

****

Media hora más tarde, los niños veían por centésima vez la película de Rapunzel, mientras yo esperaba que se derritiera el bombón para hacer las galletas que les gustaban.

- ¿Estás bien?

Muerdo por última vez uno de los malvaviscos y trago rápidamente al ver qué bucky se adentraba a la pequeña cocina.

- Si. ¿Cómo estás tú? ¿Te duele el cuerpo?

- Es algo a lo que estoy acostumbrado.- se encoge de hombros recargándose a mi lado, me quita el malvavisco de las manos y lo come él.- Se que no estás bien, preciosa.

- ¿Por que lo dices?

- Te acabaste media bolsa de esos. Si mal no recuerdo, me dijiste que no eras muy amante de lo dulce. Por lo que deduciendo, estás comiendo por pura ansiedad. lo que me lleva a la respuesta, de que no estás bien.

- ¿Acaso eres Sherlock Holmes?- alzó una ceja dejando la bolsa de lado, el sonríe.

- ya quisiera.- me empuja suavemente con su hombro.- Anda, dime. Puedes confiar en mí.

- Es sobre Ben llamándome mamá.

- ¿Te molesta?

- ¡No! Claro que no, solo que no siento que sea correcto.

- Preciosa, bien dicen por ahí. Que madre está la que cría, no la que engendra. Tienes más derecho de ser llamada así, que su propia madre biológica.

- ¿En serio lo crees?

- Si.- me hace colocarme frente a él y envuelve mi cintura entre sus brazos, recargo mis manos en su pecho.- Lo vi en cuanto llegaste a mi casa, lo primero que hiciste al despertar fue preguntar sobre Ben y Ana. Ellos te aman, preciosa.

Con mis ojos llorosos, le beso suavemente como agradecimiento. El corresponde mi gesto apegandome a él aún más.Era increíble que con sus palabras, aquella inseguridad que me carcomía desaparecía poco a poco.

Me separo entre jadeos, y recargo mi frente en la suya.

- lamento mostrarme insegura. Últimamente estando contigo, siento la necesidad de querer mostrarme perfecta para ti.

- Nuevamente, sentimos lo mismo.- se aleja de mi y toma mi rostro.- Lisa, eres perfecta tal y como eres. Voy a amar cada imperfección de ti, así como espero que tú lo hagas de mi.- A caso el dijo, ¿Amar?- Por eso, siento que es hora de que finalmente escuches la verdad sobre mi pasado.

Lo veo suspirar y sus ojos pierden aquel brillo característico. Tomo su mejilla ante su rostro dudoso y me observa.

- Confía en mi.

El toma mis manos y besa mis nudillos, apaga la estufa y me guía hacia el sillón.

NO COPIAS NI ADAPTACIONES

Hasta lo ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora