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James corría entre los pasillos de aquel edificio que parecía un laberinto escalofriante de película de terror, con Ben aferrado a su cintura se mantenía alerta a cualquier movimiento. Sabiendo que, sin su brazo, estaba en una clara desventaja en caso de que los llegaran a atacar de sorpresa, por ello, se encargo de buscar un arma para poder defender a Ben en caso de que sea necesario.

En cuanto escucharon voces cerca, James jalo a Ben hacia su espalda pidiéndole que guarde silencio, el niño asintió cubriendo su boca con su mano libre mientras que con la otra, apretaba el pantalón de su tío con fuerza.

— Ben, ¿recuerdas la vez que te enseñe a golpear? - susurro James. El niño asintió. — En estos momentos, debemos ponerlo en práctica.

— Pero Mamá lisa dijo que era malo golpear personas.

— Tiene razón, pero eso es malo cuando golpeas personas buenas. Pero hoy, estamos rodeados de personas malas y debemos defendernos.

— ¿Como en las películas? – James sonrio ante la inocencia del niño.

— Así, es. Como en las películas, da tu mejor golpe.

Ben asintió temeroso, James le imito y justo cuando iban a atacar aquella habitación, escucho la conversación.

— Mierda, eso debió doler.

— ¿No deberíamos ayudarlo? Después de todo, ayudo al jefe.

— Solo fue parte de uno de los muchos planes de Wilmot...Además, solo protegeremos al jefe, el no merece nuestra ayuda.

James trato de ver de que hablaban, cuando de pronto escucho que Ben gritaba con fuerza y coraje infantil.

— ¡Por Narnia!

Ambos hombres voltearon al mismo tiempo ante la voz, James no dudo en lanzarse sobre uno para evitar que lastimaran al niño, pero para su sorpresa, de un solo jalón arranco una tubería de la pared y golpeo al hombre en la cara mandándolo lejos de él.

Con sorprendente facilidad, lograron deshacerse de los hombres. James se encargo de detenerlos amarrando sus cinturones entre si para que no pudieran atacarlos fácilmente.

— ¡Tío Bucky! ¿Me viste? ¿Me viste?

— No grites, amigo.

— Lo siento.

— Y si, te vi. Estuviste impresionante. - sonrio de lado despeinándolo. — Pero a la próxima, espera a mi señal.

— La señal, de acuerdo. - asintió con entusiasmo alzando ambos pulgares.

James suspiro, cada día se confirmaba que Ben era realmente hijo de Steve. Volteo hacia los monitores, encontrando un montón de personas en una de las pantallas, donde pronto perdió el aliento al reconocer el vestido.

— ¿Esa no es mamá Lisa? - pregunto Ben al ver por sobre la silla la pantalla.

— Mierda. - Rápidamente, jalo a Ben del brazo.

Tenía que llegar cuanto antes hacia Lisa, estaba en aprietos, era ella sola contra muchas personas que no dudarían en matarla. Estaba aterrado, si la perdia a ella, no sabría como reaccionaria, pero apostaba todo a que perdería lo que le quedaba de humanidad en su corazón. Ella era la razón y la luz que lo hacia sentir un buen hombre y no un monstruo como siempre pensó.

No podía perderla.

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Lisa apenas pudo recargarse en el auto ante el golpe que Sam le propino en la mandíbula, limpio la sangre con molestia y esquivo la patada que le mando directo a la cabeza para noquearla.

Hasta lo ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora