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Querido lector fantasma.
Te quiero pedir un favor.
Me encantaría que votarás.
Y que la estrellita tocarás.
Para apoyar está historia.
Y tener capítulos sin demora.
-MJ

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Sonreí al ver a Ana sosteniéndose de los muebles para poder mantener el equilibrio y poder caminar sin mi ayuda.

— ¡Ven princesa! ¡Tu puedes!— Digo con entusiasmo llamando su atención para que caminara hacia mi dirección.

Ella me sonríe con sus dos únicos dientes y se suelta del sillón en el se que sostenía. Tambaleándose camina hacia mi con pasos pequeños y torpes. Tomando equilibrio con sus bracitos estirados al lado de su cuerpo.

— ¡Eso es Ana! Ya casi!

La bebé entusiasmada y temblorosa avanza lentamente. Estiró mis brazos hacia ella esperando recibirla, pero entonces la puerta de la habitación se abre y Ana ante la sorpresa cayó sentada sobre su trasero. Bucky pronto hace una mueca desde el umbral de la puerta.Ana se puso a llorar ante el susto, la tomo entre mis brazos comienzo a mecerle para que se calme un poco.

— Lo siento.

— ¿Por que entraste así? ¿Ocurrió algo?

— Solo quería hablar contigo.— rasco su barbilla, y yo baje la vista incómoda.

Había pasado ya varias horas desde aquel beso y no había tenido la valentía de hablarle después de eso. Inclusive lo había estado evitando la mayor parte del día.

— Oh y ¿de que querías hablar?— Sigo caminando con Ana, queriendo ocultar mi ansiedad.

— Sabes bien de lo que quiero hablar.— se recarga en la pared cruzado de brazos.— Me has evitado todo el día.

— ¿Enserió?— Me hago la tonta sin saber que responder. Ana ríe ante mi mueca.

Al menos ya dejó de llorar.

— Lisa...

— Bucky.— suelto un suspiro, era una adulta. Podía manejar esto.— ¿Que quieres saber?

El se queda en silencio unos minutos, relame sus labios y se acerca lentamente a nosotras.

— No es algo de lo que me gustaría hablar frente a una bebé.

Alzó ambas cejas ante su confesión, y de nuevo mis mejillas se sonrojan violentamente. Lo escucho reír, al parecer le parecía gracioso verme sonrojada.

— Oh.

— Si, oh.— sonríe levemente.— ¿Que te parece salir hoy en la noche? Cuando los niños duerman.

— ¿C-como una cita?

— Podría decirse.— Rasco su barba de manera nerviosa.— Aunque lo más lejos que iríamos, es la casa de arriba.

— Oh...yo.

— No hay problema, si no quieres.— alzó ambas manos sin dejar de sonreír.

— Si, me gustaría.

El sonrió y sus ojos brillaron. Baje la vista sonrojada, como una maldita adolescente.

— Entonces, es una cita.

Antes de que pudiera decir algo mas, el se acercó a mi, beso mi mejilla para después salir de la habitación.

Lleve una mano a mi mejilla, con una boba sonrisa en los labios. Ana ríe a mi lado, y lleva una mano a sus labios para lanzar besos hacia su tío bucky.

Hasta lo ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora