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Querido lector fantasma.
Te quiero pedir un favor.
Me encantaría que votarás.
Y que la estrellita tocarás.
Para apoyar está historia.
Y tener capítulos sin demora.
-MJ

Al día siguiente desperté por unos ruidos fuera de la habitación, alarmada busque a bucky pero solo encontré su lado de la cama desecho y vacio.
Me levanté asustada pensando lo peor.
Acaso nos habían encontrado?
Trague mi miedo para salir de la habitación con cautela, encontrando la puerta de los niños entre abierta me asomo con cuidado viéndolos dormir todavía.
Suelto un suspiro aliviada, pero pronto un estruendo se escucha por todo el lugar junto a una vibración en el suelo.

— Mierda!

Corro hacia aquella dirección realmente asustada, busco algo con lo que defenderme pero antes de siquiera pensar en que puedo tomar. Encuentro la fuente del ruido.

Era bucky. Y se encontraba en el suelo con varias cosas sobre el, tenía una expresión de dolor en su rostro. Me acerco rápidamente quitando la televisión de su cuerpo enpujandola a un lado. El suelta otra maldición y se trata de sentar en el suelo.

— Donde te duele?

— Caí sobre mi brazo.— dice entre quejidos llevando su brazo sano al vientre. Mira con recelo la estantería y bufa.— Creo que está roto.

— Déjame ver.— Pido estirando mis manos para poder examinarlo. Pero él retrocede soltando un gruñido.

— Puedo solo.

— No, no puedes. Déjame ayudarte o vas a empeorar.

— Estaré bien.— Trata de moverlo pero suelta un quejido en voz alta.— Mierda.

— Solo déjame ver.— Pido preocupada, el duda unos minutos y después deja que me acerque.

Noto de inmediato la zona rojiza del brazo, fue un gran golpe. Sin embargo no veía nada fuera de su lugar, lo que fue un enorme alivio.

— Y bien?

— No dudo en qué se hinchara y luego se pondrá morado.— tomo su brazo con cuidado y lo trato de mover, el se queja cuando lo separo de su pecho.— Tienes que mantenerlo inmovilizado.

— Me tomaré unos analgésicos, estaré bien.

— James.— Digo deteniendolo, el rueda sus ojos.

— No me hables en ese tono, se de lo que hablo. No es la primera vez que me pasa.— Dice molesto poniéndose de pie con ayuda de su brazo de metal.— Me las arreglaré solo.

Se va hacia el baño dejándome sola entre el desastre del lugar, suelto un suspiro molesta y a la vez preocupada.

No era experta en medicina, pero al menos podría ayudarlo a crear un cabestrillo o algo por el estilo. Por qué es que no confía en mí para ello?

Ni siquiera te conoce.— Grito mi subconsciente.

Tenía razón, pero al menos deseaba que confiara en mi tan siquiera un poco. Yo confiaba en él en su totalidad debido a que salvo mi vida y la de los niños sin rechistar, y no se ha detenido hasta encontrar un lugar seguro. Y por lo que veía alrededor, el siguió buscando pistas en el búnker para saber que había sucedido con Steve.

De alguna forma quería agradecerle su ayuda, pero el ni siquiera me dejaba acercarme.

— Lisa?

Me levanto para dirigirme hacia Ben y empezar el día lo mejor que podíamos.

Hice el desayuno con lo que había encontrado en las alacenas, era comida enlatada en su mayoría a montón.

Con ayuda de Ben hicimos una ensalada de frutas, e hice un intento de leche con chocolate. Ambos en polvo. No era lo mejor pero era lo que había, aún tenía que indagar más en las latas y ver qué contenían.

— Que te paso, tío bucky?

Alzó la vista de la etiqueta del bote de leche en polvo encontrando al aludido con un cabestrillo colgando de su hombro. Se sentó en el sillón con cara de pocos amigos.

— Un accidente, amigo.— Sonrió mínimamente viendo la pequeña sala donde había caído. Yo había movido las cosas del suelo dejándolas a un lado para que Ben no se tropezara.

Bucky no dijo nada, al igual que yo. Estaba molesta con el, pero no le daría el gusto de saberlo. Si no confiaba en mí como para pedirme ayuda, entonces yo no hablaría con él en protesta.
No serviría de nada pero eso me hacía sentir bien de alguna forma inmadura.
No me juzguen.

La mayor parte del día, me la pasé leyendo las latas y contandolas para poder llevar un control. Teníamos casi todo lo indispensable, al menos para hacer una comida decente.
Por lo que hice sopa de verduras, habíamos conseguido agua del grifo que no tenía idea de dónde lo sacaba. Pero al hervir en la pequeña estufa eléctrica podría salvarnos de alguna intoxicación, o eso esperaba.

Ben jugaba con un rompe cabezas en el suelo, no podíamos conectar el televisor de nuevo, yo con trabajo podía tomar la cuchara sin sentir dolor y bucky con su nueva lesión tampoco. Supongo que no usaba su otro brazo por ser diestro.

— Te duele mucho, tio bucky?

Veo de reojo que Ben veía preocupado a su tío, que se retorcía de dolor en el sillón disimuladamente. Trate de ignorar esto, el no quería mi ayuda, por lo que no podía hacer nada más.

— Estoy bien, amigo.

— Si te duele mucho puedes pedirle medicina a lisa.— Ante la mencion de mi nombre alzó la vista hacia ellos específicamente a Ben que apunto a bucky.— Puedes darle medicina a mi tio?

Dejo de revolver para observarlos, bucky no me veía a la cara. Hice una mueca.

— No se si el quiera. ben. Si realmente lo necesita, me lo dirá.

Podía sentir el veneno expandirse en mi lengua.

— Necesitas medicina tio?— Ben pregunto. Vi la mandíbula de bucky apretarse y verme seriamente, yo espere una respuesta.

— No. Estoy bien.

Idiota orgulloso.

— En ese caso, Ben. Deja a tu tío bucky descansar. Ayudame a tomar los platos.

El niño asintió y corrió rápidamente hacia mi dirección. Serví con cuidado la comida en platos de plástico pequeños y los puse en la mesa. Ben acercó a Ana en su pequeña silla de plástico y el se sentó a su lado para comenzar a comer. Me senté junto a ellos dejando una silla libre para bucky que después se acercó.

Vio el plato en la mesa y luego la cuchara, vi que trato de tomarla con su brazo izquierdo pero está cayó varias veces. Me hice la tonta mientras le enfriaba la sopa a Ana y a su quinto intento, senti que ya no podía seguir actuando así.

Tras darle el plato a Ana frente a su mesita, me levanté en silencio tomando un vaso grande de plastico, volví a la mesa y tome el plato de sopa echándola en el. Lo deje frente a él sin decir nada y empecé a comer sin mirarlo siquiera.

Yo no iba a ser igual que él.

NO COPIAS NI ADAPTACIONES

MAJO

Hasta lo ImposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora