017. 𝗍𝗁𝖾 𝖻𝖺𝗍𝗍𝗅𝖾 𝗈𝖿 𝗅𝖺𝖻𝗒𝗋𝗂𝗇𝗍𝗁.

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017

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017. la batalla del laberinto.

AUNQUE LAS DISTANCIAS ERAN MÁS CORTAS EN EL LABERINTO, cuando llegaron otra vez a Times Square guiados por Aidan y Rachel, Kathleen se sentía como si hubiesen hecho todo el camino a pie desde Nuevo México

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AUNQUE LAS DISTANCIAS ERAN MÁS CORTAS EN EL LABERINTO, cuando llegaron otra vez a Times Square guiados por Aidan y Rachel, Kathleen se sentía como si hubiesen hecho todo el camino a pie desde Nuevo México.

Salieron al sótano del hotel Marriot y emergieron por fin a la luz deslumbrante de un día veraniego. El sol del día mareo a Kathleen, y el repentino ruido de la muchedumbre la hizo tambalearse. Para su suerte, Percy la sostuvo de la cintura todo el camino hasta llegar a un callejón, donde podía obtener un buen eco. Él silbo con todas sus fuerzas cinco veces.

Un minuto más tarde, Rachel sofocó un grito.
—¡Son preciosos!

Un rebaño de pegasos bajó del cielo en picado entre los rascacielos. Blackjack iba delante; lo seguían otros cinco colegas de color blanco.

El pegaso relincho hacia Percy, y él le respondió en voz alta impresionando a Aidan quien miró con los ojos abiertos a Kathleen.

—¿Habla con los caballos?

—Son pegasos.—Corrigió.—Pero si, rarísimo.

—Tu chico es genial, hermana.—murmuró acercándose a una de las criaturas mientras Percy terminaba su charla con Blackjack.

El pegaso Guido gimió y protestó, pero al final accedió a llevar a Tyson. Todo el mundo empezó a montar, salvo Percy, Rachel, Aidan y Kathleen.

—Bueno — dijo Rachel—. Supongo que esto se ha acabado.

Percy asintió incómodo. Sabían que no podía acompañarlos al campamento. Miró un momento a Kathleen, había subido a Kaia al pegaso de Grover y ahora peinaba distraidamente el cabello de Nico y hablaba con Aidan con el ceño fruncido.

—Gracias, Rachel —dijo Percy —. No lo habríamos logrado sin ti.

Aidan carraspeo.
—Si, de nada cuando quieras.—Masculló de mala gana a lo lejos. Kathleen soltó una risita.

 𝐈𝐂𝐄: Percy Jackson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora