𝐈𝐂𝐄: Percy Jackson.

006. 𝖻𝗅𝖾𝗌𝗌𝖾𝖽.

006. bendecido.

KATHLEEN NO SABÍA COMO, pero de golpe se encontraban en la casa de Percy. Los tres estaban sentados en el sofá del apartamento de su madre, en el Upper East Side. Ésa era la buena noticia. La mala era que el resto del salón estaba ocupado por la Señorita O'Leary.

Oyeron un berrido amortiguado procedente del dormitorio. Era la voz de Paul:
—¿Quién ha puesto una pared de pelo en la puerta?

—¿Percy? —gritó Sally—. ¿Estás ahí? ¿Va todo bien?

—¡Sí, estoy aquí! —respondió.

—¡Guau! —La Señorita O'Leary intentó darse la vuelta al oír las voces y derribó todos los cuadros de las paredes. Ella sólo había visto a Sally una vez (es una larga historia), pero la adoraba.

Les costó un buen rato, pero consiguieron solucionar el problema. Es decir, se cargaron la mayor parte del mobiliario de la sala de estar y seguramente pusieron de los nervios a todos los vecinos, pero al final rescataron a los padres de Percy del dormitorio y los llevaron a la cocina, donde se sentaron los cuatro alrededor de la mesa. La Señorita O'Leary seguía ocupando la sala ella sólita, pero había encajado la cabeza en el umbral de la cocina para verlos, cosa que ya la tenía contenta. Sally le lanzó un paquete de cinco kilos de carne picada, que desapareció en el acto entre sus fauces. Paul sirvió limonada a los demás mientras Percy les contaba su viaje a Connecticut.

—Así que es cierto. —Paul lo miraba como si lo viese por primera vez. Iba con un albornoz blanco, ahora cubierto de pelos de perro del infierno, y con su cabello entrecano de punta debido a la impresión—. Todas esas historias sobre monstruos y semidioses... eran verdad. ¿Tu también eres una. . . Kathleen?.

Ella sonrió levemente.
—Así es.—Confirmó.

—Parecías tan linda y normal. . . es decir. . .