019. 𝗁𝖾́𝗋𝗈𝖾𝗌.

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019.héroes

KATHLEEN JAMAS SUPO LIDIAR CON LAS PÉRDIDAS

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KATHLEEN JAMAS SUPO LIDIAR CON LAS PÉRDIDAS.

Se aferró al cuerpo de Luke sin importarle que los dioses la estuviesen mirando, sin importar que las moiras esten esperando para llevarse su cuerpo. Se adueñó de el sin importarle nada.

Ella aún tenía su cabeza en su regazo mientras miraba la cara fallecida de Luke. Sintió como algo ardía en su interior. Sentía los hilos que mantenian unido su corazon desprenderse, cortarse.

Ya tenía que estar acostumbrada a perder personas en su vida, pero Luke era un caso aparte. Jamas habia sentido ese dolor por nadie.

Percy tuvo que abrazarla contra su pecho porque estaba negada a soltar el cuerpo. No quería dejarlo, no quería que se lo lleven.

—Ya está —dijo. La Moira sujetaba un trozo de hilo azul. El cordón vital.

Se reunieron las tres junto al cuerpo de Luke, ahora envuelto en un sudario blanco y verde, y cargaron con él para sacarlo de la sala del trono.

—Esperen —dijo Hermes.

El dios mensajero iba vestido con su conjunto clásico, es decir, túnica griega, sandalias y casco alado (las alitas se agitaban mientras caminaba). Las serpientes, George y Martha, se enroscaban en su caduceo, murmurando: «Luke, pobre Luke».

Kathleen pensó en May Castellan, sola en su cocina, preparando galletas y sándwiches para un hijo que jamás volvería a casa.

Hermes le destapó la cara a Luke, le besó la frente y murmuró unas palabras en griego antiguo: una bendición final.

—Adiós —susurró. Luego asintió, dando su venia a las Moiras para que se llevaran el cuerpo de su hijo.

Mientras Kathleen sollozaba en su pecho, Percy pensó en la Gran Profecía. Ahora todos los versos cobraban sentido. «El alma del héroe, una hoja maldita habrá de segar». El héroe era Luke; la hoja maldita, maldita porque había herido con ella a Kathleen y junto con eso, quebrantado su promesa.
«Una sola decisión con sus días acabará». La decisión había consistido en darle a él la espada y creer —como Kathleen había hecho— que todavía era capaz de corregirse y arreglar las cosas. «El Olimpo preservará o asolará». Al sacrificarse a sí mismo, él había salvado al Olimpo. Rachel tenía razón. Al final, no era Percy el héroe. Era Luke.

 𝐈𝐂𝐄: Percy Jackson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora