𝐈𝐂𝐄: Percy Jackson.

𝖤𝖷𝖳𝖱𝖠

𝖼𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝖾𝗑𝗍𝗋𝖺:
Luke visita a Kathleen.

ERA UN BUEN FIN DE SEMANA PARA KATHLEEN.

Ya habían organizado todo para mudarse (otra vez) tuvo pasables calificaciones en sus últimos exámenes, hablaba a diario con Percy, y holgazaneaba más de lo que debía.

Uno pensaría que después de lo que vivió en su último verano estaría corriendo de aquí para allá en busca de soluciones, pero no. Kathleen estaba ignorando sus responsabilidades como semidiosa para hacer un maratón de the vampire diares con Aidan.

Las cosas se estaban poniendo demasiado complicadas así que no la juzguen por querer tener una etapa de descanso. Además, Cronos era como Voldemort. No molestaba a Percy hasta que era verano y volvía al campamento. Y mientras él no era amenazado, Kathleen no se haría problema por el resto del mundo.

Su mente era un desastre, su vida era un desastre, y eso que Kathleen se estaba portando bastante bien como para pasar desapercida como toda su vida, asi que no esperaba sorpresas.

tonta.

Aidan estaba junto a ella en su cama tirado boca abajo mirando la serie y criticando casa cosa que sucedía.

—Te juro hermana, tus series son totalmente desquiciadas. Ya me perdí de la cantidad de personajes que hace Elena.

Kathleen rodó los ojos.
—Si, hace como cinco en la misma serie.—aceptó.—Pero, ¿no es increíblemente linda?

—Mm, si. Prefiero a las rubias de igual manera.—ella volvio a rodar los ojos sabiendo que se refería a Annabeth. Desde el verano, Aidan había quedado insoportablemente enamorado de su amiga. Kathleen se quería arrancar los oídos cada vez que él se emocionaba cuando le respondía los mensajes.—¿Y qué con ese tipo rubio? ¿No se parece mucho a papá?

Kathleen ladeó su cabeza. Tenía razón. El parecido de su padre con Klaus Mikaelson era tenebroso. Y eso le sacó todo el enamoramiento que ella tenía con el actor.
—Dioses si, que miedo.

El timbre de su casa sonó inesperadamente. Pero ninguno se inmutó. Demasiado concentrados en seguir haciendo haciendo nada. Otra vez el sonido se repitió reiteradas veces haciendose más insistentes. La chica maldijo en voz baja pensando que su padre volvió a olvidar las llaves.

Se decidió a bajar con mucha pereza tardando más de lo necesario.
—¿Es qué nadie piensa atender?—se quejó dirigiendose a la nada. Ya era tarde ninguno del personal estaba allí para colaborar con su molestia.

Kaia estaba a un lado de las escaleras esperandola en alerta. No le dio mucha importancia, la loba estaba igual de histérica que ella misma.

Abrió la puerta de un tirón y bufó esperando encontrarse a su padre con el peor de los humores por ser tan tonto, pero no fue eso lo que halló.