Capítulo 21

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El amanecer había llegado más rápido de lo deseado.

Como un día cualquiera los citadinos comenzaban su rutina desde muy temprano a pesar de la tenue lluvia que caía, la ciudad comenzó a movilizarse justo cuando la claridad se hizo presente.

Taehyung estaba dispuesto a hablar seriamente con Jungkook, necesitaba confrontarlo para evitar más muertes y sufrimiento por parte de la población, —según lo que había hablado con Jennifer— de un momento a otro la enfermedad comenzó nuevamente a propagarse, con tal rapidez que hasta la construcción de la presa tuvo que ser suspendida por temor a más contagios. En menos de tres días las muertes se habían duplicado, ¿Lo peor? Es que la mayoría de las víctimas se hallaban completamente sanas días antes, no habían mostrado síntomas o siquiera convivido con algún infectado.

Así que desde muy temprano decidió levantarse para ir hasta aquella cabaña sobre la cima de la montaña al suroeste del condado, Taehyung estaba harto de sus juegos, pero había aceptado jugar y Jungkook había hecho su movimiento, por lo que ahora, era su turno.

Quería redimirse y qué mejor manera de hacerlo que con un demonio.

Se levantó y desayuno ligeramente, para después prepararse mientras ideaba un plan que fuera lo suficientemente convincente, de forma que el pelinegro lograse frenar todo. Cambió sus ropas, yéndose por algo simple fue como portó un traje liso color café claro con camisa blanca y zapatos de un tono más oscuro que el traje, deshaciendo de su tipico traje negro y su imagen de sacerdote. Peinó su cabello hacia un lado, ligeramente hacia atrás.

Un tanto inseguro salió de su apartamento, había pedido el día libre justo para poder hablar sin apuros con Jeon, pero como siempre, Jennifer le había dado más que eso.

Caminó sin apuro por la ciudad, observando a detalle cada una de las construcciones, cruzó el gran puente disfrutando del sonido del causal y la tenue brisa que le acompañaba pero en medio de éste, sus pasos se detuvieron al quedar de frente a un joven del cual creía tan solo quedar recuerdos.

Al reconocerse, ambos detuvieron lentamente sus pasos, retándose con la mirada, con tal intensidad que tornó amargo el ambiente.

—Mark —Taehyung fue el primero en hablar, recorriendo con la mirada al hombre frente a él.

Sintiéndose aturdido por la mezcla de emociones que le provocaba ese chico, ya que no había cambiado fisicamente, su apariencia seguía siendo igual a la de años atrás, mantenía esa presencia deslumbrante, aunque ahora había un toque de seriedad y frialdad, vestía un traje hecho a la medida color negro con camisa y zapatos del mismo color, era el mismo niño de ojos cafés, cejas tupidas y labios delgados, con el pequeño detalle de que sus rasgos estaban más marcados sin dejar de ser aniñados, pero ayudando a remarcar su madurez.

—Kim —nombró sombrío el de cabellos rubios.

Su mirada era fría mientras que su semblante permanecía inexpresivo, con un toque siniestro.

—Cuanto tiempo sin verte —agregó Mark con voz gruesa.

—Bastante —respondió gélido Taehyung.

—No has cambiado en nada —espetó ladeando la cabeza, a lo cual el castaño frunció levemente el ceño.

—Lo mismo digo —habló sin ganas.

El hombre sonrió dispuesto a molestar un poco al mayor.

—Escuché que has sido un niño malo —dijo risueño —. Al parecer ahora te has revelado.

Taehyung chasqueó su lengua molesto, desviando la mirada con algo de gracia en su rostro, para luego regresarla al joven.

—¿Ahora eres un entrometido? —indagó con ironía.

Pecado Concebido [TaeKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora