Capítulo Final: Parte II

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—¿Dime que siente que te traicionen, cariño? —rio Jungkook mientras caía arrodillado y Taylor giraba quedando frente a frente contra Hoseok, aquel que le juró amor eterno.

—Imposible —musitó Taylor llevándose las manos al cuello y retrocediendo.

Lo miró aturdido pero Hoseok permaneció quieto con la mirada pérdida sujetando la daga de plata con su sangre.

—Mátalo —ordenó Jungkook.

Taylor quiso intervenir pero las palabras se incrustaron en su garganta tras el rápido movimiento de Hoseok, con mayor fuerza y determinación encajó la daga sobre el pecho del demonio. El objeto sagrado se clavó con facilidad, rasgando la dura piel de Belial mientras que los gritos de horror se abrían paso entre la tormenta.

Ante el ataque, la nebulosa sobre los ojos de Taehyung se desvaneció, dejando relucir el intenso rojo a la vez que sus entrañas poco a poco comenzaron a regenerarse. No obstante, eso no ocurrió con el cuerpo de Jungkook quien se encontraba a su lado, cubierto de sangre y con el rostro pálido.

Taehyung pudo volver de su estado de letargo, parpadeo un par de veces y sacudió la cabeza logrando enfocar el rostro de Jungkook a un par de centímetros de él.

—Kook... —Su voz salió ronca y grave —Kook —repitió extendiendo su mano hacia el chico.

Lo movió y por un instante el estómago le dió un vuelco al ver que no respondía.

—Jungkook —volvió a pronunciar arrastrándose y sacudiendo el cuerpo —¡Jungkook! —exclamó desesperado.

Los ojos de Jungkook se abrieron, regresándole la tranquilidad a Kim. Sin embargo, un estruendoso grito hizo que Taehyung desviará la mirada hacia el bosque.

Frunció el ceño al comprender lo que ocurría, se levantó algo mareado pero aún así cargó a Jungkook sobre sus brazos.

—Solo resiste un poco más —le dijo desplegando sus alas y elevándose sobre los cielos, tan solo para llevarlo hasta la cima de la Montagne du Saudade.

Taehyung dejó al mayor debajo de uno de los árboles justo detrás de los escombros de la cabaña. Se quitó la camisa negra que llevaba y rasgó un par de pedazos los cuales colocó como torniquetes sobre las heridas del mayor —. Necesito que presiones aquí lo más fuerte que puedas —le indicó respecto a la herida sobre su pecho. Para posteriormente cubrir con el resto de tela el cuerpo entero —. Espérame aquí, no tardó.

—Vaya, vaya —habló Taylor a sus espaldas satisfecho al verlos tensarse—. Veo que Jungkook te adiestró bien —se mofó al ver que la pareja se mostraba a la defensiva —, no solo robo tu fuerza voluntad sino también tu corazón.

Taehyung y Jungkook cruzaron miradas e inmediatamente sus cuerpos reaccionaron al encontrar un brillo oculto sobre sus ojos, sintiendo ese escalofrío recorrerle los huesos y presenciar aquel pacto inconcluso decorar nuevamente el brazo izquierdo de Taehyung.

—Diablos Jungkook, ¿no te fue suficiente conmigo?

Carcajeo al ver el temor entre ellos y la tensión.

—Silencio —ordenó Taehyung irritado desviando su mirada del pelinegro.

—Vamos TaeTae, no te sientas mal por ser simplemente un reemplazo.

—¡Dije silencio! —vociferó el castaño abalanzándose contra Taylor, logrando derribarlo a las faldas de la montaña.

Jungkook mantuvo su mirada fija en el castaño apreciando la oscuridad rodeándolo y la exaltación dominando su cuerpo.

Pecado Concebido [TaeKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora