Pecado Concebido [TaeKook]

Capítulo 20

"La vida sigue, así que vamos a vivirla"

Fueron las palabras más poderosas que Taehyung había recibido en toda su vida.

Gracias a ellas, había decidido enfrentar sus miedos y dolores.

Tras una intensa plática que se prolongó por horas, Taehyung junto a Jennifer regresaron a los dormitorios antes del atardecer.

El castaño necesitaba asearse y atender las leves lesiones que decoraban sus brazos.

El trayecto fue tranquilo y silencioso, sin ser incómodo, pues Taehyung comenzaba a sentir una cáliz apoderándose de su pecho; por otro lado, Jennifer no distaba tanto de aquella sensación, ya que por primera vez había tenido un encuentro cercano y sincero con el joven.

Ambos se habían confesado, brindando paso a la confianza, lograron comenzar a comprenderse. La verdad es que no eran muy distintos, tanto Jennifer como Taehyung deseaban ayudar a quien lo necesitara, así como también ambos mantenían sus barreras para evitar ser lastimados.

Por ello, es que se sentían tan cómodos con la presencia del contrario.

Al llegar al viejo edificio se detuvieron, Jennifer rápidamente fijó su mirada en el castaño, encontrándose con un semblante serio y con un leve toque de desagrado.

—¿Estás bien? —preguntó la joven.

—Sí —respondió en un hilo de voz.

Una mueca se apoderó del rostro de la joven de cabellos negros.

—No mientas —espetó.

Taehyung desvió su mirada del edificio para enfocarla en la chica.

—Me siento nervioso ¿Bien? —dijo peinando su pelo hacia atrás.

—No tienes porqué —contestó —. Vayamos adentro, que tenemos que curar tus manos.

El castaño cedió una fugaz mirada a dicha parte, frunciendo el entrecejo al ver los moretones y rasguños sobre ellas.

—Vamos —repitió Jennifer, obteniendo un asentir por parte del castaño.

Ambos se adentraron al edificio, siendo la primera Jennifer seguida por Taehyung; el aroma a madera vieja perforó las fosas nasales del castaño, llenando sus pulmones inconscientemente de aquel hogareño aroma fue como se movió con pesadez por los apagados pasillos de la construcción.

Sus movimientos eran torpes y lentos, subió las escaleras casi a ciegas, debido a la pesadez sobre sus párpados y sin darse cuenta había llegado a la entrada de su apartamento.

Jennifer le ayudó a ingresar, pues al estar frente a la entrada Taehyung nuevamente se había quedado estático, no quería revivir sus acciones, el sentimiento de culpa aún lo atormentaba, pero si deseaba continuar debía comenzar a enfrentarse no solo a los demás, sino también a él mismo.

Taehyung con temor ingresó a su departamento, en donde unos días antes se había sentido diminuto, desde la puerta su mirada vagó por el lugar —que al igual que la iglesia— se encontraba pulcro.

Un suspiro profundo escapó de sus labios y con él su arrepentimiento.

—¿Te curo o primero deseas ducharte? —mencionó Jennifer rompiendo el silencio.

—Un baño —contestó un tanto avergonzado.

—Claro, voy a prepararlo —dijo sonriente la chica encaminándose al baño.