Capítulo 31

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Sus cuerpos sudorosos y acalorados denotaban el esfuerzo que habían empleado para regresar hasta la iglesia, aún desconocían cómo es que se habían distanciado tanto, pues ellos no lo sentían así. Al llegar todo estaba vacío y oscuro, los empleados se habían retirado pero antes de hacerlo se aseguraron de dejar todo en orden.

Sobre una de las mesas de la oficina se hallaban las dos charolas que habían sido encargadas a Hanna con la comida tapada por una delgada manta blanca. Sin pensarlo dos veces Taehyung y Jennifer se sentaron a devorar los platillos ya fríos, pero que ni siquiera les importó.

Algunos dirían que fue un error, pero al contrario, fue una de las mejores comidas que habían probado. Con el estómago lleno y la fuerza un poco recuperada, recogieron sus pertenencias y un poco de trabajo para resolver en sus dormitorios, aseguraron nuevamente todas las entradas y salieron del recinto algo exhaustos.

—Hasta aquí llego yo —informó Taehyung deteniendo sus pasos en medio de una desviación antes del puente.

—¿Más pendientes? —indagó cansada.

—Sí. Unos pacientes que debo inspeccionar, nada grave.

—¿No gustas que me lleve algo?

—No gracias, ahora ve a casa a descansar —una sonrisa cansada salió de Jennifer.

—Ojala y fuese así, bueno, nos vemos mañana —se despidió la joven —. Con mucho cuidado al regresar.

Taehyung asintió y Jennifer retomó su camino en dirección a los dormitorios, mientras que el castaño tomaba la desviación.

El frío comenzaba a calar los huesos y por ello Kim deseaba terminar lo más pronto posible, así que se apresuró con sus deberes. Tan solo visitaría a tres pacientes y para su fortuna sus viviendas no distaban tanto entre una y otra. Para su suerte ninguno tenía complicaciones y aunque no mostraban mejoría el hecho de mantenerse estables ya era un gran alivio.

Como siempre, daba pequeñas órdenes y recomendaciones para mantener la salud del infectado, se había encargado de que todo aquel responsable del individuo contagiado pudiese comprender con facilidad los cuidados que debía tener, tanto en el paciente como en los de su alrededor.

El castaño había logrado percibir un pequeño detalle, que aunque no todos tuvieron contacto directamente con ello, siempre terminaban infectados y eso era la presa. No sabía si era el lugar, material, algún contacto con algo o alguien más, pero esa era la relación que más se repetía.

Salió de la última vivienda, despidiéndose amablemente y dispuesto a llegar a su dormitorio solamente para tomar una ducha y dormir hasta el día siguiente.

—Al parecer lo dramático nadie te lo quita —un suspiro profundo emitió Taehyung, antes de voltear a confrontar al dueño de aquel comentario.

—¿Y ahora qué quieres Mark? —entonó cansado y fastidiado.

—¿De ti? Nada, por ahora nada —espetó filoso el de cabellos rubios.

—¿Por ahora? —inquirió alzando una ceja.

—Así es, por el momento me encuentro ocupado conquistando a tu amiguita —comentó sin dejar de sonreír plácidamente.

—¿Qué te traes entre manos? —espetó con voz gruesa.

—¿Eres sordo o qué? ¿Qué parte de "conquistar a tu amiguita" no entendiste? —La osadía de Mark exasperaba a Kim.

—A Jennifer no la metas en esto —advirtió Taehyung acercándose al rubio y tomándole por el cuello de la camisa —. Esto es entre tú y yo —sentenció mirándole a los ojos con rabia.

Pecado Concebido [TaeKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora