Capítulo 45

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Mantenía la mirada pérdida en el desastre a sus pies, estaba quieto y con la mente en blanco sentado sobre el sillón.

El tiempo dejó de existir al recordar las súplicas de Jungkook antes de que perdiera la conciencia y despertará en el bosque.

Su estómago se revolvió y las náuseas amargaron su boca, tragó intentando ahuyentarlas pero falló, iban en incremento y rogó por que pararán. Su cuerpo se sentía mejor y la temperatura había disminuido pero la incomodidad seguía, ese nudo en la garganta lo atormentaba.

Se sentía enfermo, lo peor es que no sabía el motivo exacto, quizás fue la frustración, el enojo, dolor, angustia o asco.

"¿Por dónde comenzar? ¿Debería odiarlo? ¿Ayudarlo? ¿Qué clase de relación tendría Jungkook con ese hombre? ¿Por qué había hecho todo eso?"

Eran solo algunas de las cuestiones que llegaban a la mente de Taehyung, estaba perdido.

Lo que creía conocer se fragmentaba con cada segundo, era peor que los juegos de azar, no había reglas ni patrones que seguir. Solo había un montón de secretos que ni siquiera sabía si debía rebelar.

—¿Quién eres en realidad? —murmuró levantándose del sillón y comenzando a caminar por la cabaña.

Aún era de mañana, los rayos de sol apenas y acariciaban las cimas de las montañas. Comenzó a caminar sin saber muy bien lo que buscaba, sus zapatos hicieron crujir los libros y escombros mientras intentaba poner orden en el lugar, al tiempo que deseaba encontrar algo que llamará su atención y respondiera sus dudas.

¿Por qué Jungkook contrató a Mark? ¿Cuál era el fin? O mejor aún ¿Cómo sabía sobre su relación con él?

Era un completo misterio, sabía que Mark tenía motivos para vengarse, pero ¿en qué momento había terminado enredado con un brujo? ¿siquiera lo sabía?

Lo mismo ocurría con Jisoo, a primera vista no mostraba hacer algo excepcional, simplemente era una chica como cualquier otra.

—Justo como deseaba —siseó Taehyung al meditar en ello.

Recogió y movió muebles, apiló todos los libros que pudo encontrar, algunos los hojeo ante los títulos extraños y extravagantes, sin embargo solo se trataba de libros de principios básicos sobre medicina herbolaria, pero nada excepcional.

La luz de la mañana alcanzó a iluminar la cabaña, atravesando los vidrios de las ventanas y rozando los muebles de la sala cuando un destello proveniente del rebote de la luz sobre lo que parecía un trozo de vidrio sobre la alfombra de la sala, cegó a Taehyung.

Los libros sobre sus manos cayeron al suelo sin poder evitarlo, causando que el polvo se alzara y danzara a su alrededor mientras él se tallaba los ojos.

—¡Genial! —gruñó al recuperar la visión y notar la pila de libros regada sobre el suelo.

Molesto se dirigió hasta la alfombra donde dispuesto a desquitarse con el responsable, pisoteó el destello sin verificar que aquello no era un vidrio sino un metal.

—¡Mierda! —gritó con el pie acalambrado por el impacto. Rápidamente dirigió sus ojos al destello notando las irregularidades bajo la alfombra.

Frunció el ceño y con un hormigueo subiendo por mi estómago, sin pensarlo mucho se inclinó, sus manos se movieron con agilidad retirando los libros que estorbaban y levantando una esquina de la alfombra logrando visualizar lo que parecía una compuerta.

—¿Un sótano? Que ingenioso Jeon —espetó sarcástico. Un tanto dudoso comenzó a arremangar su camisa para proceder a tirar del metal que ejercía como mango para abrir la compuerta.

Pecado Concebido [TaeKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora