Capítulo 30

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El tiempo no perdona, la semana había concluido y aunque las cosas en la parroquia habían fluido mejor de lo que esperaba aún quedaba mucho por hacer, entre trámites y la restauración del inmueble, todos los empleados se veían apresurados.

Jennifer había tomado la administración eficazmente, justo como Taehyung lo había imaginado e incluso mejor, los trámites que él no había podido concluir, con Jennifer estaban a una firma de finalizar, el problema: la persona encargada de ello.

Pues para lograrlo se necesitaba hacerlo presencial y tanto Jennifer como Taehyung sabían que debería firmar él, ya que era un riesgo demasiado peligroso e innecesario. Sin embargo, el castaño no estaba muy de acuerdo con ello, puesto que deseaba evitar cualquier contacto directo con la administración de la parroquia.

No obstante, debido a la situación no podía negarse, su cita sería en dos semanas, justo cuando el invierno iniciará, debido a que el encargado llegaría hasta esa fecha a la ciudad, por lo mismo todo debía estar en perfectas condiciones en la parroquia.

—¡Tae! —nombró la pelinegra, logrando que el aludido dejará de observar los papeles entre sus manos para posar sus ojos en ella.

—Sí ¿dime?

—¿Con el presupuesto de reserva lograremos liquidar a los trabajadores? —Taehyung afirmó con un leve asentimiento.

—Sí, los materiales implementados ya se han cubierto con el presupuesto inicial, tan solo falta liquidar la mano de obra.

—Bien —contestó tomando nota sobre un par de hojas —, por cierto llegó una carta de la capital.

Taehyung frunció el ceño.

—Si es de él, no quiero saber nada —espetó enfocando nuevamente su atención sobre los papeles entintados.

Suspirando, la joven confesó:

—En realidad si tiene que ver con...

—No lo menciones —escupió Taehyung.

—Hmm...nos concedió el préstamo —soltó sin más.

Inmediatamente los ojos de Taehyung se abrieron llenos de sorpresa.

—¿En serio?

—¡Sí Tae! —exclamó Jennifer risueña.

—Con eso podremos concluir los arreglos y liquidar sin ningún problema —habló con emoción el castaño.

—¡Así es! Solamente tienes que firmar.

—Agh —gruñó en desacuerdo rascando su nuca —¿Por qué no puedes hacerlo tú?

—¡Ja! ¿Y asegurar una muerte tortuosa? No, muchas gracias —bromeó logrando que a Taehyung se le dibujaba una hermosa sonrisa cuadrada —, un cambio a la vez.

—Tienes razón —ambos sonrieron con un poco de nostalgia para luego retomar sus pendientes sin percatarse que una joven de cabellos rubios se hallaba escuchando su conversación..

Las horas continuaron pasando hasta llegar el atardecer, donde el cambio de turno llegó; los encargados de la obra fueron reemplazados por sus compañeros, tiempo que fue aprovechado por Taehyung, quien se dedicó a supervisar la obra.

Muchas cosas habían cambiado, desde la estructura hasta las jardineras. El aplanado de las paredes había sido renovado, así como la pintura, el color blanco con detalles dorados prevalencia sobre las paredes y enormes columnas que se alzaban para sostener la cúpula restaurada; sus bellos murales habían vuelto a la vida con tan solo un poco de pintura, siendo enmarcados con protuberancias en dorado, mientras que el piso había sido cubierto por enormes baldosas de mármol en tonos grisáceos.

Pecado Concebido [TaeKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora