Pecado Concebido [TaeKook]

Capítulo 22

—¿De qué quieres hablar? —pronunció Jungkook pasando a un costado de Taehyung dirigiéndose a la pequeña sala para tomar asiento en el sillón individual.

Taehyung miró atentamente cada movimiento de Jeon, desde sus pasos hasta el tenue movimiento de caderas.

¿Pero qué carajos haces?

Pensó al caer en cuenta de su actitud, desvió la mirada, mostrando una mueca ante la incógnita, pues no lo tenía claro, pero de algo estaba seguro, el estar ahí lo hacía sentir incómodo.

—¿Te quedarás parado ahí todo el día? —comentó con burla Jungkook tras ver al castaño estático en la entrada de la cabaña, logrando que su singular voz sacará a Taehyung de su nebulosa de pensamientos.

Con la mente aturdida fue como el castaño caminó hasta uno de los asientos, antes de observar con gran intensidad a Jungkook, sembrando cierta curiosidad en él.

—Quiero proponerte algo —soltó sin pensarlo demasiado.

Jungkook endureció su semblante y arrugó la nariz.

—No puedes cambiar nuestro trato —espetó cortante Jungkook, fulminándolo con la mirada.

—No es mi intención hacerlo.

—¿Entonces? —dijo arqueando una ceja y cruzándose de piernas, dejando que la tela de su bata se deslizara por una de éstas, mostrando su tersa y blanquecina piel, sin mostrar interés por cubrirla.

Taehyung tragó duro y suspiró agobiado, estaba incómodo en su propia piel. Los recuerdos de aquella noche aún acosaban su mente, removiendo sus entrañas y lanzando ondas de calor por todo su cuerpo.

Jungkook notó la inquietud de Kim, su lenguaje corporal se lo gritaba. Estaba nervioso.

—Los contagios incrementaron y quiero que los detengas —comentó desviando la mirada.

Inmediatamente las cuerdas vocales resonaron contra la garganta de Jungkook, dando paso a una estruendosa carcajada que erizó la nuca del castaño.

—No puedes hacer nada por ellos —dijo burlón tras recuperar el aliento —. Has perdido las pruebas y por ende...

—Lo sé, pero debe haber algo que pueda hacer —mencionó antes de fijar sus ojos nuevamente en el pelinegro —¿Qué te parece un nuevo trato? —propuso sin dejar de mirarle, descolocando al pelinegro.

—¿Qué?

—Lo que escuchaste, Jeon —esbozó sintiendo una extraña sensación invadirle el cuerpo —. Quiero que hagamos un nuevo trato —afirmó.

Jungkook calló, dejando el lugar hundido en un asqueroso silencio, que solo era minimizado por el sonido de la tormentosa lluvia que se había desatado a las afueras del lugar.

—¿Cuál sería el trato? —indagó enderezando su postura mostrándose soberbio y altivo.

—Quiero la cura, a cambio te daré lo que desees —dijo sin titubear, mostrando completa seguridad en aquellas palabras que a Jungkook le erizaron la piel —, además de que se mantendrán las bases del trato inicial.

—¿Lo que desee? —repitió Jungkook ladeando la cabeza.

—Mientras esté dentro de mis posibilidades, sí.

Jungkook lo meditó, antes de levantarse de su asiento y caminar hasta el castaño viéndolo con gracia al notar como éste se mantenía rígido.

¿Qué tanto podrás contenerte?