Pecado Concebido [TaeKook]

Capítulo 46

Una capa negra cubría su silueta, sus cabellos castaños apenas sobresalían del borde de la tela sobre su cabeza. Caminó entre las calles de la ciudad con el rostro resguardado por las sombras.

Taehyung intentó evitar las multitudes, sin embargo, fue inevitable al tratarse de una fonda ubicada en el centro de la ciudad.

Percibió cada una de las miradas a su paso, pues era un extraño que ocultaba su rostro.

Algunos lo miraban con desprecio, curiosidad, mientras que otros solo lo ignoraban.

Kim no pudo evitar percibir el comportamiento inquietante por parte de la gente, lo que ignoraba era si se debía gracias a su presencia o por algo más. Los habitantes caminaban con preocupación en el rostro, algo perceptible desde que puso un pie en la ciudad.

Tablas y barreras cubrían las puertas y ventanas de casi todas las chozas sobre el condado.

¿Cuánto tiempo se había ido? Según sus cálculos, menos de dos semanas.

Taehyung continuó caminando analizando la inquietud y los semblantes alterados de muchos de los habitantes, más el temor caló sus huesos al llegar al centro donde un montón de palos y leña eran acumulados en varias montañas encabezadas por una cruz de madera.

—¿Qué es esto? —soltó con el estómago revuelto.

Pero sin detenerse a inspeccionar demasiado, la multitud simplemente rodeaba el centro.

Algo no estaba bien, toda esa multitud no debería estar en el centro, o al menos no en el día de inauguración de la presa.

Continuó su camino hasta llegar a la tan conocida fonda, donde a lo lejos percibió que Jisoo se dirigía hacia la parte trasera del establecimiento con algo voluminoso entre los brazos.

Con sigilo la siguió hasta el callejón detrás del lugar.

—Jisoo —dijo apenas la alcanzó y viendo como la chica se sobresaltaba ante su llamado.

—Taehyung —susurró asustada, mientras miraba a sus costados en busca de algún testigo —¿Qué haces aquí? Deberías...

—Necesito de tu ayuda

—¿Mi ayuda? Pero yo cómo podría...

—Eres la única que conozco que puede comprender más que yo a Jungk...—las manos de Jisoo impidieron que continuará.

—No menciones su nombre, o al menos no aquí —susurró paranoica.

—¿Por qué? —cuestionó una vez apartó las manos de Jisoo sobre su boca.

—Es riesgoso

—¿Por?

—Taehyug ya te lo dije, hay muchas cosas que aún desconoces —gruñó la joven.

—Y menos las voy a comprender si no me das la oportunidad de conocerlas —respondió con seguridad.

—Taehyung es inútil, por favor vete de aquí.

—¡No hasta que me ayudes!

—Shhh guarda silencio, ¿o acaso quieres que también nos lleven a la hoguera?

—¿A la hoguera? Jisoo, ¿qué está ocurriendo? —indagó recordando el estado en el que se encontraba el centro del condado.

—¿Cómo? ¿No lo sabes?

—¿Qué pregunta es esa? —gruño el castaño.

—Taehyung, hoy habrá cacería de brujas. Y van por Jennifer.