La sonrisa de Taylor resplandeció al ver como la unión de aquella pareja se desmoronaba, siendo tan solo el inicio de su espectáculo.
—Pero no te aflijas —habló risueño —, como premio de consolación, Jungkook hará todo lo que desees ¿No es así mi amor?
El cinismo del demonio perturbó a los presentes. La impotencia estrujó el estómago de Jungkook mientras que Taehyung permanecía en silencio, hundido en su tormentosa nebulosa de pensamientos.
Taylor se arrodilló detrás de Jungkook, el cual rápido reaccionó y trató de alejarlo pero antes de que pudiera hacer algo, el rubio ya lo había inmovilizado, doblando sus brazos y sujetándolo por las muñecas hasta que éstas quedarán sobre su espalda. El cuerpo de Jungkook terminó de inclinarse con el pecho recargado sobre Taehyung y las rodillas sobre el suelo, mientras que gruñía por la presión que ejercía la mano sobre su nuca.
—¡Suéltame! —demandó Jungkook.
—Oh no querido, es hora divertirnos, ¿no es así Kim? —insinuó Taylor analizando la mirada perdida del castaño.
Jungkook se removió con salvajismo al notar la mano de Taylor sobre su cintura, su piel se erizó con repugnancia ante las caricias del rubio. Sus ojos viajaron hasta Taehyung en busca de ayuda, pero la mirada vacía del menor le robó el aliento, todas sus intenciones se desvanecieron al comprender lo que habían significado sus acciones. Tembló aterrorizado por la conducta del castaño.
Por otro lado, disfrutando de los tenues temblores, Taylor acarició las largas y tonificadas piernas del pelinegro, complacido por la textura y las violentas reacciones que florecían en Jungkook, sin medir su fuerza las separó hasta abrirlas lo suficiente como para que su cuerpo encajará a la perfección.
Hundido en su mundo, enterró sus dedos sobre la tersa piel, mientras la presión en sus pantalones aumentaba al tener frente a sus ojos aquello que algún momento consideró su cielo. Aquel agujero en el que solía hundirse y torturarlo, hasta que lo drenará por completo. Relamió sus labios ante el recuerdo.
Sin embargo, Jungkook intentó cerrar las piernas por inercia, pero aquello no impidió que su interior se viera perturbado por un largo dedo.
—Es hora de divertirnos —soltó sonriente el mayor ante la escena —¿No lo crees? —inquirió con la mirada clavada sobre Taehyung, sin que éste lograra reaccionar.
Taylor carcajeo, mofandose de la expresión perdida de su doppelganger, antes de acomodarse entre las piernas del de cabellos negros.
Las yemas de sus dedos continuaron bajando, jugueteando con el glande del chico arrodillado, recorriendo el tronco y descendiendo hasta sus testículos, para proceder a escabullirse entre sus nalgas nuevamente.
Una mueca se apoderó del rostro de Jungkook, sintiendo su interior expandirse. Los largos y huesudos dedos de Taylor profanaron su entrada ayudándose de la esencia que mantenía sobre sus manos, simuló embestidas alternando con un movimiento de tijeras, aún sin soltar las muñecas de Jeon.
—¡Agh! —esbozó Jungkook clavando sus uñas en las palmas de sus manos y alzando las caderas.
Los sonidos incómodos de Jeon trajeron consigo la atención de Kim, sus ojos oscuros observaba con disgusto la escena frente a él. Vio a Taylor indagar entre sus ropas y extraer su intimidad sin una pizca de vergüenza, sobre sus ojos se hallaba la lujuria y el deseo ardiendo por igual..
—Te daré lo que querías pero suéltalo —susurró Taehyung en un último impulso por evitar tal aberración.
—Ya te dije lo que quiero —habló Taylor con voz ronca y algo desesperada.
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Pecado Concebido [TaeKook]
FanficUna verdad oculta, una profecía sin concluir, un solo destino. El pecado de caer en tentación es algo que no cualquiera puede evitar. Tan solo alguien con una fuerza inquebrantable de voluntad podría lograrlo, pero Kim Taehyung ¿lo logrará? "Si no t...