Pecado Concebido [TaeKook]

Capítulo 7

Se removía incómodo sobre la dura cama, aferrado a las delgadas mantas tan fuerte como sus manos le permitían, su rostro era deformado por una mueca que le obligaba a mantener su ceño fruncido, su pecho subía y bajaba estrepitosamente. Jadeó sofocado.

El recuerdo le atormentaba y alguien más lo acechaba.

Gruño sintiendo el oxígeno faltarle, la sensación de asfixia le agobiaba, se removió violentamente intentando liberarse, pero sus esfuerzos fueron en vano.

Su respiración cada vez era más errática, mientras que su cuerpo era bañado en sudor frío.

Debía despertar, tenía que despertar.

Ya que aquellas manos no mostraban intenciones de soltarlo.

"Te encontré..."

—¡BASTA! —gritó desesperado abriendo los ojos escandalizado e impulsándose hacia delante, llevando sus manos por inercia hasta su cuello con la tos dañando su garganta.

Al moverse sintió como cientos de punzadas atravesaron su piel, un dolor agudo le hizo gruñir. Bajo la mirada hasta sus brazos —que a pesar de la penumbra— logró notar varios rasguños y hematomas esparcidos en ellos.

Aturdido y con gran esfuerzo se sentó sobre la cama. Respiró hondo intentando calmarse.

Vagó por la habitación desde su lugar, pero no había nada más que una penumbra total y un extraño olor a azufre.

—Ni siquiera ha amanecido —murmuró en un suspiro al observar por la ventana.

Un poco más tranquilo frotó su rostro y se levantó con gran pesadez de la cama. Su piel se erizó.

Un exquisito escalofrío le recorrió las entrañas, siendo azotado por una estrepitosa descarga eléctrica, al tiempo que un impulso por voltear lo atormentaba.

No lo iba a negar, era extraño pero a la vez excitante. Muy excitante.

Tragó duro cuando un dulce aroma envolvió la habitación.

Delicioso, exquisito, adictivo.

Taehyung gruñó ante aquel aroma que comenzaba a nublar sus sentidos. Cerró sus ojos dejándose llevar por tan cautivante olor, pero de un momento a otro el dulce ambiente se desvaneció, abrió sus ojos un tanto aturdido por el repentino cambio en la atmósfera, sin embargo, se tensó al notar la claridad en la habitación. Olas de calor expansivas se apoderaban de él.

—¿Pero qué...? —pausó intentando descifrar lo que momentos antes había ocurrido.

Un sutil golpeteo captó su atención, salió de la habitación rápidamente para dirigirse a la entrada.

—¡¿Padre?! —irritado por el nombre y el tono chillón de Jennifer, el castaño abrió la puerta topándose así con la silueta femenina.

Al verla la melancolía le invadió. Extrañaba a Jimmy, después de su muerte todo había cambiado, la noticia había impactado a todos, la tristeza había envuelto al Sur de la ciudad por la muerte del simpático joven.

Pero lo peor no era eso, sino el simple hecho de que la enfermedad seguía expandiéndose, cobrando más vidas con mayor brutalidad.

El tiempo seguía pasando y Taehyung no lograba comprender el motivo de la existencia de dicha enfermedad. Su frustración iba en aumento.