Pecado Concebido [TaeKook]

Capítulo 13

Taehyung POV

Cuando menos me lo esperaba tres días habían pasado, tan rápidos y fugaces que me abrumaron.

Chanyeol llegaría en cualquier momento y aunque era notable el cambio en la iglesia, no sería suficiente para ese cascarrabias.

No quería pelear, pero sabía que podría ocurrir.

Abrí los ojos, notando la claridad colarse por la ventana, suspiré rendido y eso que ni siquiera había comenzado el día. Me senté sobre la cama, restregué un poco mi rostro, la falta de sueño me tenía mal, mientras que las pocas veces que podía conciliar el sueño tan solo era para sumergirme en horribles pesadillas.

Odiaba esto.

Pero tampoco podía quejarme, no contaba con ese derecho.

Exhausto me levanté de la cama, fui directo al armario, tomé el traje que había preparado la noche anterior y me adentre con pesadez en el baño.

Una vez listo salí y tendí la cama, aunque a decir verdad, últimamente, poco me importaba el aspecto del apartamento, pero estaba seguro que el viejo se quedaría conmigo durante su visita, así que era mejor tomar precauciones y tener todo en orden.

Miré la hora en el reloj frente a mí.

¿Cómo mierda se había hecho tan tarde?

Rápidamente tomé mis cosas y salí del departamento. El crudo clima otoñal no era de gran ayuda en esos instantes, corrí sin importarme el sentir mis piernas quemar y mi respiración acelerarse hasta llegar a la estación de trenes.

Donde sin esfuerzo, pude visualizar a Jennifer, quien al ubicarme frunció el ceño. Sonreí.

—Llegas tarde —espetó molesta.

—Buenos días para ti también —comenté con gracia, viendo como rodaba los ojos y comenzaba a caminar adentrándose más a la estación.

Era difícil de aceptar, pero Jennifer se había vuelto una buena compañía, alegraba mis días con sus muecas y regaños, pero no debía acostumbrarme.

La seguí en silencio notando el nerviosismo que portaba.

—Chanyeol no se enojará —dije en un intento de apaciguar sus nervios —, al menos contigo...—musité desviando la mirada.

—Sé más respetuoso con el padre Kim, es tu mayor.

—Sí señora, lo que usted diga —murmuró aguantando su sonrisa.

Jennifer bufó, el resonar de sus tacones acercándose fueron brutalmente opacados por el estruendoso silbido del tren arribando al lugar, siendo seguido por el ensordecedor chirrido de la máquina deteniéndose, el vapor caliente pronto fue liberado para después permitir que las puertas fueran abiertas dando lugar al descenso de los pasajeros. Como ya era común, muy pocas personas bajaron de los vagones. Muestras miradas buscaban con ímpetu al hombre encargado de robarnos el sueño desde hace tres días.

Contuve el aliento tras dar con él, que al igual que nosotros su mirada divagaba por toda la estación en busca de algún indicio por reconocer algo o mejor dicho, a alguien. Vestía formal, su típico traje negro se encontraba cubierto por la espesa tela de café claro de la enorme gabardina, mientras que sus pulcros zapatos salían a relucir por debajo del dobladillo del pantalón de vestir.

Respiré hondo y comencé a caminar hacia su dirección, los tacones de Jennifer no tardaron en igualar mis pasos.

—Chanyeol —pronuncié en un hilo de voz, sintiéndome ansioso por su presencia. Tensó los hombros, para luego voltearse, su mirada asustadiza me analiza y trato de mostrarme inexpresivo al igual que siempre.