Capítulo 38

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Jungkook POV

La oscuridad me hostiga, el dolor punzante invade mi cabeza de forma mortífera, intento moverme pero mi cuerpo está adormecido, tenso y adolorido.

Una espesa tela cubre mis ojos, y sin poder evitarlo el temor me amenaza, estruje mi estómago y acelera el pulso.

¿Qué había pasado y en dónde estaba?

Me retuerzo incómodo, percibiendo el sonido metálico haciendo eco en la habitación, mis muñecas están sujetas al igual que mis tobillos, un frío material las rodea y gruñó intentando romperlas.

Mierda no

Tenso la quijada recordando la luna negra.

Me dejo caer y mi espalda se arquea ante la frialdad del suelo, jadeo al sentir el contacto contra mí, se me eriza la piel.

La luna negra está cerca...

Me estremezco ante el pensamiento.

Esto no está pasando, no ahora.

Me aferro a los grilletes sobre mis muñecas.

—Ni siquiera lo intentes, son de hierro con aleación de plata —su voz me paraliza. Mis músculos se tensan y queman. Casi puedo sentir su sonrisa a través de la venda, lo conozco lo suficiente como para saber que se burla. Soy un chiste para él —. Ríndete.

Escuchó sus pasos vibrar contra el suelo, acercándose.

No dice nada pero su sola presencia me mantiene alerta.

Me tensó aún más al escucharlo detenerse, está cerca y mi respiración se detiene.

Ríe y me estremezco. Jadeo víctima de la histeria tras sentir sus dedos pasearse por mi mejilla izquierda y descender sobre mi cuello.

Oh diablos...

Vuelvo a moverme tirando de la cadena que conecta mis muñecas, con más fuerza, con mayor desesperación, pero gruñó en frustración. Por más que intentó romperla, la maldita no cede. Sigo tirando a pesar de que mi piel arde y escuece.

—Basta, solo te lastimaras —susurra ronco, haciendo que su voz haga eco en mi cabeza. Curvo los labios y tragó saliva, sintiendo aún el calor bajo su tacto sobre mis clavículas —. Al parecer el beso es más fuerte de lo que creí —sus palabras acarician mi piel, mi cuerpo vibra.

¿Un beso...? ¿Un vetitum osculum? Bastardo

—Querido —sus manos se deslizan sobre mi piel, su tacto es frío pero de alguna forma me quema — ¿Sigues molesto conmigo? —se burla —¿Aún me odias?

Imbécil

Evitó contestar mordiendo el interior de mi mejilla con fuerza.

—¿No vas a responder? —dice casi en un gruñido.

No contestó y él tampoco muestra indicios de querer romper el silencio. Lo escuchó moverse pero no muy lejos.

Siento sus manos tirar de mis piernas y abrirlas sin temor.

—¡No! —gritó arqueando la espalda al sentirlo.

¡No mierda!

—¡Taylor! —Reniego intentando cerrar las piernas pero su boca ya se encuentra devorando mi carne. Me tuerzo mientras sus dientes se entierran sobre mis muslos, su aliento caliente roza mi intimidad. Mofa y el cólera nace —¡Para! —gruñó con sus labios amenazando con descender.

Susurra pero no logro comprender.

—¡Taylor! —mi cuerpo se contrae y gimoteo sin poder evitarlo. Su boca me apresa y succiona, su lengua se pasea sin pudor —Taylor...—El calor rápidamente se extiende y hormiguea en mi pelvis, cierro los ojos incapaz de concentrarme. Su aroma está por todos lados, me quema los pulmones y nubla mi mente.

No, por favor...No otra vez.

Mi corazón retumba y sus movimientos se aceleran, su garganta se abre para mí mientras su cálida lengua se mueve con rapidez. La saliva escurre y escuchó sus gruñidos. Esto es demasiado.

Para, para, ¡Para!

Quiero gritar pero mi voz no sale, me ahogo entre mis palabras y tiró de las cadenas, las tensó y vuelvo a tirar. Giró la cabeza desesperado, con los labios entreabiertos intentando respirar y el sudor adherido a mi piel, me retuerzo y él me sostiene con mayor fuerza continuando con su trabajo.

Mi cuerpo tiembla ante los espasmos que me provoca, el calor me azota y el hormigueo se extiende hasta mi rostro, mis ojos se humedecen y entre los bruscos movimientos siento la tela sobre el rostro deslizarse.

Abro los ojos y lo veo, sus ojos están fijos en mí, aún me tiene entre su boca mientras sus manos se aferran a mis muslos.

Su mirada sigue siendo impenetrable, dura, con ese azul que decora su iris y que jamás vacila.

—Basta —suplicó sin seguridad.

Las comisuras de sus labios se elevan, su aliento cosquillea mi piel pero no se aparta, no me suelta.

—Tay...¡Umph! —gimó, mi espalda se arquea nuevamente y lanzó la cabeza hacia atrás —¡Aah!

Lo siento cerca.

Mi cuerpo se tensa conforme tocó la profundidad de su garganta, es cálido, demasiado cálido.

Mis pies luchan por apoyarse sobre el suelo, desesperado por empujar mis caderas y hundirme más.

Jadeó y gritó adolorido.

La sangre fluye con extrema rapidez, me contraigo y casi puedo saborearlo pero se detiene.

Mis ojos viajan hasta su rostro quien libera mi hombría.

N-no —tiemblo viendo sus labios unidos a la punta de pene por un fino hilo de saliva —T-Tay...

Gruñó al verlo sonreír.

—Creí que aborrecías mi toque —mi ceño se curva y su sonrisa se agranda —. Pero no te preocupes —continúa guiando su mano hasta mi intimidad —, tenemos todo el tiempo del mundo para complacernos.

¿Qué?

Mis ojos se abren de par en par y dejó de prestar atención a su mano rodeándome.

—Además, debo de quitar toda esencia de este tipo y mostrarle a quien le perteneces.

—Púdrete

—Lo haré —su sonrisa se tuerce y sus ojos se oscurecen —, pero contigo.

—T-Taehyung jamás vendrá —gesticulo. No se atrevería, no somos nada.

—Oh... querido, él vendrá, de eso estoy seguro —murmura ejerciendo presión sobre mi falo —, serás el motivo de su muerte —me estremezco.

Niego con la cabeza y el miedo revolotea en mi estómago al verlo sobre mí, su cuerpo se inclina y su aliento roza mi cuello, se acerca a mi oído susurrando:

—Ni él, ni nadie te podrá salvar —afirma con una seguridad tétrica, se aleja y una sonrisa ladina yace sobre los labios —. Es hora de divertirnos, mi querido Kookie.

Detesto ese apodo.


–†–

No saben el terror que le tengo a este capítulo jajajaja
La idea de tener que tomar la postura de Jungkook y plantearlo en dicha situación me calaba los huesos, pero bueno, aquí estamos. Espero que haya sido de su agrado. Cuídense💜

Pecado Concebido [TaeKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora