Pecado Concebido [TaeKook]

Capítulo 27

—Así que es un hecho, Taylor ha regresado —murmuró con la mirada perdida en algún punto del templo.

Era un lugar apartado de la ciudad, un lugar donde la calma reinaba mayormente, ubicado en el corazón del bosque y sede de una de las sectas más peligrosas de toda Inglaterra, mejor conocido como Yeux de Dame.

La abundancia de vegetación decoraba la tétrica construcción, colándose a través de los pasillos y ventanales descuidados, dando un aspecto poco amigable y del cual se aprovechaban; sin embargo, todo era una simple fachada, pues dentro de aquel sitio, el lujo y sofisticación sobraba. Enormes salones decorados con costosas alfombras, candelabros, y muebles, haciendo juego con las paredes teñidas en una mezcla de colores rojizos, blancos, cafés y detalles en dorados que denotaban la exclusividad.

—Sí —respondió Jungkook casi en un susurro, pues con tan solo escuchar aquel nombre su piel se erizaba y tenues temblores se adueñaron de su cuerpo.

El silencio nuevamente reinó, la oscuridad de la noche comenzaba a esfumarse gracias a los primeros rayos del sol.

—¿Y ahora qué? —habló Yugyeom, alzando la mirada y encontrándose a Jungkook absorto entre sus pensamientos.

—No estoy seguro —siseó frotándose la cara en frustración —, no lo sé.

—Jeon, no es por presionarte pero su sola presencia es una amenaza, ya tenemos suficiente con los arcángeles y sus perros falderos —espetó rascándose la nuca —, tienes que decidir y rápido.

—Soy consciente que entre más tiempo pase, peor será —continuó con la frente recargada entre sus manos entrelazadas, mientras que sus codos se hallaban apoyados sobre la enorme mesa de caoba —. Hay que... enviar un mensajero a cada una de las tribus, que otorguen una ofrenda —dictaminó levantándose de su asiento —, es hora de reafirmar nuestras alianzas.

—¿Qué clase de ofrenda? —interrogó el alado en espera de una respuesta más consistente, pero fue la mirada penetrante de Jeon que le caló los huesos.

—Reliquias acompañadas de un dulce manjar —contestó cortante.

—Sí señor —Yugyeom procedió a hacer una corta reverencia —¿Algo más?

—Sí, quiero reunida a la secta para este fin de semana —ordenó cediendo algunos pasos hasta uno de los ventanales.

—¿Este fin?

—Sí, en siete días habrá luna llena y la necesitamos más que nunca —su tono cada vez más recuperaba la fuerza y seguridad que tanto le caracterizaba.

—Jungkook, tú no estarás pensan...—protestó siendo interrumpido por el mayor.

—Necesitaremos la ayuda de mi padre, solamente así la conseguiremos —su rostro reflejado sobre el vidrio se vio opacado al tener el amanecer frente a sus ojos.

—¡Pero Kook!

—Pero nada, ¡haz lo que te ordene! —vociferó irritado.

El alado de plumaje gris frunció su ceño , sin derecho a objetar, no tuvo de otra más que acatar las órdenes, su cuerpo envuelto en la oscuridad que se negaba a desaparecer fue dispersada junto con la presencia del demonio.

—¿Por qué tenías que volver? —susurro con voz gruesa, mientras sus ojos regresaban al panorama —¿Por qué? —jadeo con pesar.