CAPITULO 40: Tocando fondo.
Aleisha.
—Exquisita como siempre— murmura Kevin apartándose de mi haciéndome sentir como la peor de las putas, se quita el preservativo y me doy la vuelta en la cama cubriendo mi cuerpo con las sabanas—¿Siempre te vas a quedar así? — trata de girarme, pero no lo de dejo—Que conste que no te estoy forzando a nada— se viste y aparto la lagrima que se me escapa.
—Chantajearme para que me acueste contigo, o si no le mandas el video a mis padres no es forzar— no lo miro.
—Nena, esto es solo para que reflexiones, ya me quisiste una vez y lo volverás hacer, solo es cuestión de tiempo ¿vale? — me da un beso en la coronilla y me aparto asqueada.
—Nunca sentí nada por ti, y no lo sentiré— me levanto cubriendo mi cuerpo con las sabanas— Bueno, si siento algo— camino hacia él encarándolo—Asco— le escupo el rostro haciéndolo enojar y su mano envuelve mi cuello con fuerza. En ningún momento aparto mis ojos de los suyos y siento como el agarre se vuelve más y más fuerte.
—Pudieras hacer esto tan fácil, pero te crees invencible.
—¿Por qué no me dejo amedrentar de payasos como tú? — mi voz apenas es audible y las sabanas se me caen dejándome desnuda, por lo fuerte que se vuelve su agarre en mi cuello— Jamás me tendrás doblegada como tanto quieres, y jamás voy a sentir una mierda por ti.
El agarra me marea, y siento que me estoy quedando sin aire, pero le sigo dando pelea, es que no me hará desfallecer, podrá lucirme como su llavero en la escuela, podrá chantajearme para que me acueste con él, pero jamás tendrá mi sumisión y cada vez que tenga la oportunidad le recordare la escoria que es.
Me aparta lanzándome al suelo, y no tardo mucho en levantarme, se marcha y cuando estoy completamente sola en mi habitación soy yo la que caigo nuevamente dejando escapar el sollozo que me hace arder la garganta. Siento asco de mí, siento asco de toda esta mierda que me ha caído encima, si no hubiese sido por mi estúpida locura, mis juegos de mocosa, no estaría aquí sintiéndome como me siento.
Las lágrimas salen y salen sin parar y no las detengo, nunca me había sentido tan miserable en mi vida. Me quedo un largo rato en el suelo, sintiendo el peso de mis errores, el dolor se convierte en rabia y me pongo de pie, la cama esta vuelta un desastre y el estómago se me revuelve, tiro todo, las sabanas, las almohadas, todo, con una rabia descomunal mientras que las lágrimas salen pesadas mojando toda mi cara. Un grito desgarrador se escapa de mi garganta y vuelvo a caer al suelo cansada.
No puedo más con esto, mandar todo por la borda, pero cuando recuerdo el video, simplemente no tengo valor, aún recuerdo la decepción de mis padres cuando llegue a casa ebria y drogada hasta mas no poder, este sería un golpe más fuerte, y no quiero provocar más decepciones.
Perdí a Hardin, casi pierdo a mis padres, y ahora tengo que acostarme con un idiota que me da asco, no creo que pueda más con esto, y me duele el alma al sentirme en este abismo en el que estoy, cuando siempre lo he tenido todo.
Me incorporo rápido buscando una libreta mientras recuerdo lo que vi, Kevin ponía la clave de su celular hace un rato y lo memoricé, si tengo acceso a su teléfono, puede que consiga borrar el video, el muy idiota dijo que limpio las cámaras, y no lo dudo, supongo que había más cosas sucias de él que no quería que nadie viera. La anoto rápido, tengo que conseguir la forma de desaparecer ese maldito video y lograr que me deje en paz.
Ordeno un poco el desorden y me voy al baño llenando la tina, me siento asquerosa, aunque ahora con un poco más de esperanza.
Me meto y recuesto mi cabeza en la pila de toallas mientras tomo mi celular, lo desbloqueo y respondo algunos mensajes de Caroline antes de navegar en Instagram buscando distraerme de mi deplorable situación, entro a la aplicación y enseguida me arrepiento, ya que lo primero que aparece es una foto que posteó Melody hace una hora, es una foto de Hardin el hospital escuchando los latidos de alguien a quien le censuró el rostro, se ve hermoso con el uniforme azul puesto, está concentrando en su tarea y se me comprime el pecho al recordar las veces que me decía que no quería ser médico, y me duele más al ver lo que escribió la chica en el pie de foto «My Doctor» junto a un emoji de corazón rojo. Quiero lanzar el teléfono al agua y dejar de ver lo que estoy viendo, pero como últimamente soy masoquista, pulso el círculo rojo que me indica que hay historias. Fotos y videos de ellos dos, de ella sola, de él solo... y no lo soporto, entro al perfil de ella y la dejo de seguir, lo hice hace poco para estar pendiente de lo que subiera como una acosadora para saber de la vida de Hardin ya que él no publica nada, pero no lo resisto, me duele demasiado.
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Sweet Boy
Teen FictionHardin siempre quería hacer lo correcto, era un chico tímido, tierno, dulce... Aleisha jugaba a ser la dueña de todo que a ella la rodeaba, vanidosa, caprichosa, hermosa...creyéndose siempre el centro del universo, en especial del universo de Hardin...