CAPITULO 43: Cada acción trae una reacción, tercera ley de Newton.
Hardin.
Algunas horas antes.
Abro los ojos cuando los rayos de sol se asoman por la ventana, el cabello rubio de Aleisha es lo que primero llama mi atención al estar regado en mi pecho, su cabeza descansa ahí mientras que esta plácidamente dormida. La luz también golpea su rostro haciéndola lucir celestial. No la quiero mover, ella está a gusto ahí, y yo después de muchos días me siento ser el Hardin de siempre.
Lo de anoche fue... intenso, y lo que siento por ella se multiplico en maneras exorbitantes tras su confesión. Pero hay cosas que simplemente no están destinadas a ser.
Me muevo despacio tratando de no despertarla y me salgo de la cama. Alcanzo mi ropa y me visto yéndome al baño, me enjuago la cara y hago lo que puedo con mis dientes. Mi cuerpo se siente ligero, pero la mente me pesa, los sentimientos me causan un revoltijo, y el rostro de Melody da vueltas en mi cabeza, he tratado de no pensar en ella, pero es inevitable no hacerlo.
Lo que hice... espero que ella me pueda perdonar, aunque no creo que yo mismo lo haga, engañé a la chica que ha estado ahí para mí, la chica que me ha dado su amor sufriendo en el camino, la chica que en pocas horas se irá y ni siquiera estuve con ella. La culpa no me deja respirar, y de verdad no sé qué hacer. Mentiría si digo que me arrepiento, y eso es lo que más me asusta y me asquea de mí mismo, porque disfruté cada segundo, cada minuto de la noche anterior, y me siento como un miserable, y más aun después de todo lo que ha pasado.
Vuelvo a la habitación, Aleisha sigue dormida abrazada a una almohada, su vestido queda a mis pies y me agacho a recogerlo junto a las demás prendas, absorbo el olor de su vestido mientras lo coloco con delicadeza en el sofá. El amor que siento por ella me ciega y ahí está el problema, en que no creo que este bien amar ciegamente, y sin importar el daño que causemos a los otros. Por eso y muchas cosas más es que este amor no nos conviene.
Me acerco a ella detallando su rostro, mi corazón me dice que me meta a la cama con ella, pero mi cerebro me dice otra cosa, y yo siempre he sido racional, por eso me acerco dándole un beso en los labios antes de salir de la habitación.
Los pies me pesan con cada paso que doy, es como si quisieran quedarse pegados al suelo y que no me marche, la batalla interna es demasiado fuerte, sus palabras se repiten en mi cabeza haciendo todo más difícil.
Te amo. No como mi hermano, no como mi mejor amigo. Te amo de la manera más loca e intensa que pueda existir, desde que naciste, siete meses después que yo, mi corazón late por y para ti.
Nunca iba a pensar que amaría de esta forma a esa niña que creció conmigo, a esa con la que jugué toda mi infancia, quien se iba conmigo a todas mis vacaciones familiares y yo a las de ellas. Desde niños fuimos uno, y no sé si quiera que deje de ser así.
Me detengo en medio del pasillo, tal vez esté bien, tal vez esto sea correcto, en las cosas del amor a veces hay que ganar o perder, y sé que Melody sufrirá y odio provocar eso pero es que a Aleisha yo la amo.
Camino de vuelta a la habitación, pero en eso mi celular vibra en el bolsillo, lo ignoro, pero vuelve a vibrar, deben ser mis padres, no han sabido nada de mi desde anoche, pero creo que tenían el leve presentimiento de que no iba a ir a dormir a la casa.
Saco el teléfono desbloqueándolo con mi huella, veo dos mensajes de un número que no tengo agendado, pulso para ver de qué se trata en tanto llego al frente de la habitación. Hay un video, pero se ve todo negro desde afuera, entro encontrándome con la escena que ya había visto en vivo y en directo. El asco me llega a la garganta, la ira, decepción y tristeza me pegan de golpe en la cara, dejo de reproducir borrando esa porquería al instante, creo que solo vi cinco segundos, pero esos cinco segundos me hacen dar la vuelta apurado metiéndome al ascensor.
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Sweet Boy
Teen FictionHardin siempre quería hacer lo correcto, era un chico tímido, tierno, dulce... Aleisha jugaba a ser la dueña de todo que a ella la rodeaba, vanidosa, caprichosa, hermosa...creyéndose siempre el centro del universo, en especial del universo de Hardin...