Capítulo 57

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CAPITULO 57: Ataque inesperado.

Hardin.

Como todos los días, soy el primero en levantarse, mi sueño es algo ligero, y aunque a veces estoy terriblemente cansado, no es mucho lo que puedo dormir, es difícil hacerlo aquí, aunque nuestro campamento esta algo retirado de las carpas con heridos, hay personas que están sufriendo tanto que pasan toda la noche gritando, gritos tan fuertes que se escuchan hasta acá, y yo la verdad no puedo dormir así.

Ya llevo unos cuantos meses aquí y la verdad es que no me acostumbro, es que no creo que nadie se pueda acostumbrar al sufrimiento de los otros. No veo la hora en que llegue el día en irme de aquí. La necesidad de ver a mi familia y de ver a Aleisha es desesperante, ya no me cuesta trabajo admitir que también la quiero ver a ella, no vale la pena engañarme, quiero verla, aunque sea de lejos, la extraño y aunque se que ella esta en Rusia, lo menos que puede hacer es pasar la navidad con sus padres, confío en que lo haga para poder verla.

Tomo mis cosas y me voy a duchar rápido, hoy llega el helicóptero con el correo después de algunos meses, se retrasó bastante y sé que debo tener más de una carta de mis padres. Las cosas están difíciles y se está evitando que los helicópteros sobrevuelen la zona, hay mucha gente refugiándose y recibiendo ayuda aquí, y los que provocan todo este desastre no quieren eso, por eso prácticamente estamos escondidos hasta que los ataques cesen un poco.

Me ducho rápido y me visto, salgo encontrándome a Tye afuera quien hace turno para ducharse, se esta quedando dormido de pie, pero reacciona en cuanto me ve salir y me hace una cara bastante rara en forma saludo antes de meterse al estrecho lugar. Vuelvo al campamento y dejo lo que traje yéndome hasta el punto establecido para recibir la correspondencia, me quedo ahí, esperando, pasan algunos minutos, se supone que debió llegar a las seis y ya paso media hora, ni siquiera escucho nada, y no me confundí de día, era hoy. A Sullivan le avisaron de eso hace dos días, y todos estamos ansiosos esperando nuestro correo, además de los suministros que nos hacen falta para ayudar a los heridos, estamos trabajando de forma inhumana, la precariedad es demasiada y a veces, aunque salvemos a alguien, muere poco después por falta de medicamentos o por infecciones. Varios de los heridos que estoy atendiendo, están necesitando cambio de vendajes desde hace días, además de antisépticos para limpiarlos, así que necesito que llegue ese helicóptero rápido.

Espero un poco más, a las siete debemos estar en la base y se supone que para esa hora ya tenemos que haber desayunado, creo que me tocara empezar el día sin nada en el estómago. Sigo mirando al cielo y un largo rato pasa cuando veo el helicóptero acercarse, me preocupa el sonido que hace, pero espero que esto sea rápido y vuele lejos de aquí. Hago señas para que me vean y se queda fijo en el lugar iniciando el descenso, espero paciente hasta que de repente todo se vuelve un caos.

Giro la cabeza cuando escucho el estallido que se produce en las carpas llena de heridos, una por una explota en pedazos, el fuego quema todo en tanto algunos salen corriendo despavoridos, pero son alcanzados por las llamas que se toman todo el lugar.

¡No! ¡No! ¡No!

Los gritos de lamento son demasiados, y me quedo absorto sin saber que rayos hacer, no me puedo quedar sin hacer nada, me muevo en dirección hacia donde la gente se está incendiando, la base completa esta ardiendo en fuego, nos están bombardeando y todo se está yendo al carajo.

—¡Hardin! — una voz resuena y me giro mirando a Tye a la distancia gritarme y agitar los brazos como loco—¡Apártate! ¡Ven hacia acá! — grita y no sé a qué se refiere, así que continúo avanzando, los muy cobardes solo lanzaron las bombas y se largaron dejando a unos pobres inocentes—¡Maldita sea, Hardin! ¡ARRIBA! — vuelve a gritar y el fuerte estruendo en el cielo me hace levantar la vista abriendo los ojos alarmado cuando veo el helicóptero que se hace añicos en el cielo. Corro cuando empiezan a caer los pedazos y el fuego ardiente, esto es demasiado, me apuro en dirección a mi amigo, un gran pedazo de metal cae frente a mi y tengo que saltar lo más que puedo para rebasarlo mientras siguen cayendo.

Sweet Boy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora