Extra Thompson

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EXTRA: Thompson.

Dominik.

—¿Estas seguro de lo que estás diciendo? — me pongo de pie molesto, la sangre me empieza a hervir en el cuerpo, esta mierda no me la puedo creer.

—Dominik, estoy casi seguro de que es así, y lo mejor es que te relajes—¿Qué me relaje? La verdad es que Harry se volvió loco.

—Me estas diciendo, que hay una posibilidad de que mi nieto sea hijo de tu hijo, ¿y me dices que me calme? ¡me vio la estúpida cara!

—Aleisha no es una niña.

—¿Qué demonios estas queriendo decir? — salgo del escritorio poniéndome frente a él.

—Hardin no la violó, ni la obligó a nada, los conoces ambos, sabemos quién controla a quien.

—Sal de mi oficina, no quiero hablar contigo ahora— le señalo la puerta, es lo mejor, son demasiados años de amistad y estoy controlándome por no mandar todo a la mierda y soltarle un golpe en la cara.

—Tenemos que hablar de esto, es nuestro nieto— lo dice con tanta seguridad que de verdad no lo puedo creer.

—¿Cómo estas tan seguro de eso? ¿tú lo sabias? — es la única respuesta que hay, lo supo y nunca me dijo nada. Si dejo que su hijo embarazara a la mía y no me dijo nada...

—No estaba al tanto de lo que pasaba exactamente, pero tenía mis sospechas.

—¿Por qué no me lo dijiste? — estoy furioso—Es mi hija, Harry por Dios.

—Porque eran sospechas— sé que me está mintiendo—No podía hacer un show de esto, como estás haciendo tú, por algo de lo que no estaba seguro, tu muy bien sabes el aprecio que tengo por tu familia, también vi a Aleisha crecer, si no te dije nada era para no agrandar las cosas...además ¿Qué podías hacer si lo sabias? ¿separarlos? Sabes que eso no iba a ser posible.

—Todo esto es una porquería— vuelvo a mi asiento, estoy frustrado, cansado y un tanto desilusionado...no es fácil nada de esto para mí, Aleisha, mi niña, la persona que me hizo entender lo que era el amor, acaba de tener un bebé, mi hija solo tiene dieciocho años, debería estar estudiando, no con un bebé que ahora mismo ni se quien es el papá. Quiero a mi nieto, claro que si...pero aun no era el momento para esto y cualquier padre en mi lugar lo entendería, ella no estaba preparada para esto.

—Acéptalo, es probable que los dos seamos abuelos, pero solo estaremos 100% seguros hasta que tu hables con ella, o hasta que yo hable con Hardin, y él no está aquí ahora...pero los instintos no fallan, y ese niño es un Petrov.

Se sale de mi oficina dejándome solo, lo agradezco, no vaya yo a soltar un montón de groserías...debo decir que, aunque me duela, de Aleisha me lo esperaba, pero de Hardin no, y ya no sé qué es lo que más me desilusiona.

La puerta vuelve abrirse y levanto la vista encontrándome con mi esposa, camina decidida hacia mi y debo decir que mi enojo se disipa un poco al verla, se ve cansada y yo también debo verme así, a sido una larga jornada de trabajo y aun no nos vamos a casa.

—¿Cómo esta el hombre mas guapo y gruñón del universo? — me rodea con sus brazos detrás de la silla y tiro de ella hasta sentarla sobre mí.

—Ansiando llegar a casa y tomar un baño con mi sexy esposa— me sonríe sometiéndome con esa sonrisa que me tiene como esclavo, además de esos ojos por los que mataría a cualquiera. Acerco mi boca a la suya besándola con hambre, si es que toda la vida he sido y seré un hambriento de ella—¿Pusiste seguro a la puerta? — creo que no puedo esperar a llegar a casa.

Sweet Boy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora