Capítulo 53

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CAPITULO 53: Afganistán.

Hardin.

—Cualquier eventualidad que se les salga de las manos o que no puedan manejar no duden en llamarme a mi o al teniente Walsh—Sullivan camina como si lo estuviesen persiguiendo y nosotros le seguimos el paso. Callum Walsh viene a su lado con cara de pocos amigos, es uno de los tenientes de nuestra tropa, tenemos tres y este es el peor.

—Esten alerta—grita el hombre mayor girándose a nosotros en tanto nos mira como si nos quisiera matar— No quiero holgazanes en mi equipo, ni excrementos que no sirvan para nada, ¿estamos de acuerdo?

—¡Si mi teniente!

Desaparece y solo queda el capitán Sullivan.

—Bien, Petrov, tu estas a cargo de tu grupo.

—Entendido.

—Lárguense a los campamentos— apuramos el paso dejándolo atrás cuando se junta con los superiores y nos vamos en dirección a una gran carpa llena de heridos. Cada uno lleva grandes bultos con insumos, que, aunque no es lo mas recomendable, es lo que tenemos, y una de las primeras cosas que nos enseñaron fue a resolver cualquier situación con lo que aparezca con lo que aparezca, bueno, no todo.

—Cuando salgamos de aquí te nombraran soldado raso — Tye camina a mi lado— o sargento

—Probablemente sea subteniente, no me quejo— le guiño un ojo y él me mira a nada.

—Ya no queda ni la sombra del mocoso que entro a mi habitación con cara de susto.

—No tenia cara de susto— me defiendo.

—Claro que sí, parecía que querías llorar; "Hola, soy Hardin Petrov, creo que seré tu compañero"— me imita con una voz bastante rara que me hace reír.

—¡Ey! — la voz Walsh resuena en nuestra dirección— ¡Novios! ¡Vayan a trabajar! — todos nos miran, ni siquiera hemos llegado a la carpa, estamos caminando hacia allá, este hombre está loco.

Lo ignoramos y seguimos avanzando pero en silencio, los gritos se hacen mas fuerte y no puedo evitar sentirme un poco ansioso. Al llegar visualizo el área y debo decir que la escena es escalofriante. Mis compañeros miran todo asombrado, Tye parece como si se fuera a desmayar y yo debo indicar como vamos a proceder, pero la verdad es que no se ni por donde empezar. Hay demasiada sangre y mi instinto se pone alerta, tenemos que hacer algo.

Tres largas filas de heridos nos esperan, somos cinco.

—Willians y Brown tomen la primera fila— dicto rápido y ambos toman sus cosas siendo agiles al marcharse.

—Johnson y Sloan la segunda, yo me iré a la tercera.

Johnson se adelanta y mi amigo se queda ahí unos segundos.

—Hardin, ¿crees que podrás solo? — está preocupado, yo también lo estoy, pero no podemos hacer más al respecto.


—Si pasa algo llamare al capitán, ustedes hagan lo mismo— me mira algo indeciso pero los gritos nos tienen alerta e inquietos, se marcha y yo corro hacia la tercera fila. Hay mas de una docena de heridos. Hace unas horas bombardearon un campamento, ya hubo muchísimas pérdidas humanas así que hay que tratar de ayudar a los que podamos.

—Okey, okey— me hablo a mi mismo, hay un grupo de enfermeras y de asistentes médicos que se nos unen y eso me ayuda a respirar mejor— Ayúdenme a organizarlos en orden de gravedad— pido al chico y a la chica que se me acercan— Grado leve, moderado y grave— casi todos están graves, así que corro poniéndome de rodillas junto al hombre que jadea en el suelo con un hierro entre las costillas, una de sus piernas esta a nada de desprendérsele, y por mas que pienso en una forma de salvarla, no hay, está demasiado...

Sweet Boy Donde viven las historias. Descúbrelo ahora