EXTRA: Petrov.
Gretel.
—Cariño, estas muy callada desde que llegamos— Harry se pone de rodillas en la cama detrás de mi y empieza masajear mis hombros, hace algunas horas llegamos a Londres y de mi mente no sale la imagen del bebé que acaba de nacer—¿Te sientes bien?
—Si, es solo que...— cierro los ojos disfrutando de sus manos ahí, siento como la tensión de mis músculos se van disipando.
—El bebé de Aleisha— murmura antes de moverse a mi lado, mis ojos se encuentran con los suyos, sabía que eso también estaba pasando por su cabeza.
Hace dos días nació el bebé de la hija de mi amiga, luego de la cesárea tuve que volver a Londres, pero hoy regrese y gracias a Dios que ya había despertado, en casos como el suyo es normal que no reaccionen de inmediato, fueron largas horas de cirugía, estaba realmente mal, casi me vi obligada a sacar a Dominik del quirófano, fue difícil conseguir que lo dejaran estar ahí, tuvimos que mover muchos contactos y gracias a sus referencias y a su profesionalismo, se le permitió, pero ya cuando estábamos ahí estuvo apunto de salirse de control, y lo entiendo, no es fácil ver a un hijo tuyo en esa situación. Debo decir que también fue difícil para mí, conozco a Aleisha desde que nació, ella y sus hermanos han estado junto a nosotros toda la vida y me asusté mucho la verdad, pero teníamos que mantener la compostura y confiar en que todo saldría bien, y así fue. El bebé nació muy bien, sano y hermoso... pero me quede fría en cuanto lo vi, no se si sea efecto de la falta que me hace mi hijo o si paso algo que nunca me di cuenta, pero es que no puede ser normal tanto parecido, es el vivo retrato de Hardin cuando nació.
Y no estoy loca, recuerdo claramente cuando tuve a mi bebé en mis brazos, su cara, sus ojos, su cabello, sus expresiones, todo, y todo eso lo vi hace dos días cuando tuve al pequeño en mis brazos.
—No se que pensar...— mi esposo me mira antes de tomar mis manos entre las suyas y llevarla hasta sus labios, miro sus ojos, son los mismos de Hardin, los mismos de Gemma...los mismos de Alek.
—Hay que descansar— me dice metiéndose entre las sabanas y asiento siguiéndolo, no tarda en envolverme en sus brazos, tantos años de casados y la atención sigue siendo la misma. El amor no disminuye, se alimenta con cada día que pasa, y noches como estas, que mientras me abraza acaricia mi cabello haciendo menguar un poco mi ansiedad, me siento como esa joven que se enamoro como boba de Harry Petrov—Hardin volverá y hablaremos con él, pero no te tortures.
—Es que no puedo dejar de pensar en eso, ¿tu crees que Hardin y Aleisha? Ya sabes...—okey, no es nada fácil para mi tocar este tema. Es cierto, soy una mujer adulta, además he dado miles de charlas sobre salud y reproducción y protección sexual, soy ginecóloga, pero estamos hablando de mi hijo y de la niña que también es como una hija para mí, y que hace dos días se convirtió en mamá.
—No lo creo, estoy seguro— responde con tanta confianza que no puedo evitar incorporarme para verle el rostro, tiene los ojos cerrados y le pego suavemente para que me mire—Siempre estaban juntos y Hardin estaba muy raro, tu lo viste, además me enteré que él ya estaba en ya sabes esas andanzas.
—¿¡Por qué no me dijiste nada!?— me levanto de la cama dando vueltas en la habitación, Dios mío, mi hijo estaba haciendo cosas y yo no me di cuenta, ¿Cómo no lo vi? Soy su mamá—¿Cómo te diste cuenta? Se supone que tu y yo no tenemos secretos, ¡debiste decirme!
—Amor, por favor, eran cosas de hombres, además él nunca me dijo nada, sabes cómo es, lo descubrí solo, y él sabía que yo lo supe, no te dije nada para que nuestro hijo confiara en mi— se sienta y tira de mi brazo hasta acomodarme en sus piernas.
—Me siento muy mal, yo debí darme cuenta de eso...además, son unos niños.
—En eso tienes razón, y creo que Hardin era algo descuidado, cuando descubrí que había tenido sexo—lo dice y de verdad me siento rara escuchando Hardin y sexo en la misma oración—No usó protección.
—¡Ay por Dios! — me cubro el rostro con las manos, esto es demasiado para mí—Ve tu a saber con quién estaba.
—¿Con quién más?
—¿Aleisha? —asiente y me pongo de pie escandalizada, ¿Cómo paso todo esto? Sabía que mi hijo estaba enamorado de su amiga, siempre lo supe, Hardin suele ser un poco inexpresivo, pero siempre noté esa vibra entre ellos dos, pero de ahí a...no pensé que llegarían hasta ahí, él es muy serio, muy correcto, y prácticamente nos estuvieron engañando.
—Yo mismo no lo quería pensar, Aleisha es la hija de Dominik. Trataba de no pensar en el hecho de que ella y nuestro hijo estaban experimentando cosas, por eso nunca dije nada, se volvería real y me iba a sentir culpable por no hablarlo con él.
—Era algo que se nos salía de las manos— admito, saberlo o no, era algo que íbamos a poder detener, el tema de las hormonas y la adolescencia es algo que por mas que se intente los padres no podemos manejar—Es probable que seamos abuelos— pongo toda la atención en mi esposo, es algo que no sale de mi cabeza desde que vi al pequeño.
—Pero, es que ella dice que es de un tal Kevin, estaba con él desde hacia meses y recuerda que ella y Hardin estaban peleados, no se podían ni ver.
—Se todo eso, y Hardin estaba con Melody, no creo que nuestro hijo sea capaz de engañarla, pero es que Alek es...tu lo cargaste ¿no lo sentiste? Es nuestro.
—Es de Aleisha.
—Y de Hardin.
—Cariño, solo ella o él nos lo podrán decir.
—Tenemos que averiguar pronto que es lo que esta pasando, no sabemos qué hará Aleisha, es mi nieto Harry, yo lo sé, lo siento en mi alma, y no quiero estar lejos de él, y Hardin lo tiene que saber, es su derecho.
—Primero hay que hablar con ellos, Aisha y Dominik son nuestros amigos, hay que saber si ellos están al tanto de esto— tiene razón, Dios mío, hace a penas unos meses que me entere que mi amiga de toda la vida iba a ser abuela, sin saber que es muy probable que yo también, tal vez por eso nunca me dijo nada, pero debió ser petición de su hija, ella nunca me ocultaría algo tan delicado, un nieto. Por Dios, un hijo de mi Hardin, mi niño apenas es un bebé, ni él ni Aleisha están preparados para ser padres.
Y con más razón, nosotros los adultos debemos tomar cartas en el asunto de la hermosa locura que acaban de hacer estos muchachitos.
Okeeeey, acabo de escribir esto, leí que querían saber que pensaban los papitos de Hardin, y pues aquí esta. Soy un amor, lo se :)
Harry Gretel sacando sus conclusiones acerca de su nieto, aaw, y defendiendo los derechos de su hijito... vamos a ver que harán estos dos.
¿Qué les pareció?
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Sweet Boy
Teen FictionHardin siempre quería hacer lo correcto, era un chico tímido, tierno, dulce... Aleisha jugaba a ser la dueña de todo que a ella la rodeaba, vanidosa, caprichosa, hermosa...creyéndose siempre el centro del universo, en especial del universo de Hardin...