Capítulo 55

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CAPITULO 55: Soldados en la guerra.

Hardin.

—¡Petrov! — giro el rostro sin dejar de hacer presión en la herida de costado de la joven que hace rato estoy atendiendo, es difícil contralar el flujo y me temo que es una herida seria—Necesito ayuda aquí— Johnson está teniendo problemas con un hombre que convulsiona, se sacude con violencia y el pobre chico no sabe cómo sostenerlo, y lo entiendo, yo tampoco podría solo.

—Lily— llamo a una de las enfermeras que casi siempre está dispuesta para todos— Sostén aquí, apúrate, y no quites la mano por nada.

—De acuerdo— quito mis manos con despacio y acomodo la suya justo como yo la tenía, corro hasta donde Johnson quien trata de que el hombre no se haga lecciones y le afloja un poco la ropa.

—¿Te dijo que le pasó? — pregunto tratando de girarlo cuando la crisis se va calmado.

—Cayo y se golpeó muy fuerte la cabeza, o eso fue lo que me dijo.

—Demonios— murmuro sin saber que se puede hacer, debe tener hemorragia cerebral, y aquí no se puede hacer nada— A este hombre hay que trasladarlo urgentemente, o se va a morir.

—Eso me suponía, buscaré a Sullivan, hay que ver como lo transportamos a un hospital.

—Eso será casi misión imposible, pero lo importante es intentarlo, ve.

Johnson se pone de pie y corre fuera de la carpa, me quedo observando al hombre que respira con calma, en este tipo de casos siento mucha impotencia, esta zona es muy peligrosa, y no nos podemos estar moviendo, pero es que no podemos dejar morir a la gente sin hacer nada, se supone que estamos aquí para ayudar hacer la diferencia y...

—¡Ayuda! — la enfermera que dejo con la joven hace unos minutos grita y corro hacia allá poniéndome de rodillas frente a ella— No sé qué paso, yo estaba sosteniéndola y se puso así.

La sangre se empezó a desbordar por la herida, y no solo eso, también está sangrando por la nariz y por la boca. No, no, no.

Me muevo rápido buscando el medicamento que necesito, y se lo inyecto, pero la sangre no para, hago presión en la herida, pero esta tampoco se detiene, joder, me empiezo a desesperar, hay sangre en todas partes, algunas gotas de sudor caen por mi frente y paso mi antebrazo por mi cara quitándome un poco.

La muchacha suspira con fuerza, su pecho se contrae y poco después cae relajada cosa que me indica que acaba de tener un paro, me pongo de rodillas frente a ella y llevo mis manos a su pecho iniciando la RCP, el pecho se le comprime cada vez que subo y bajo, la enfermera le da respiración con la bolsa manual y yo sigo comprimiendo su pecho tratando de que su corazón vuelva a latir, reviso su pulso y nada, sigo dando las compresiones, diez minutos, quince minutos, veinte minutos, cuarenta minutos y nada intento continuar pero Lily me aparta.

—Ya no hay nada que hacer— dice soltando la bolsa, pero la ignoro y sigo comprimiendo el pecho, ya siento como hay algunas costillas rotas, pero que necesito que...—Ay por Dios, esta convulsionando otra vez.

Mira detrás de mí y giro la cabeza y veo al paciente de Johnson sacudiéndose en el suelo otra vez, en esta carpa no hay nadie más, a veces por tres personas por carpa ya que hay demasiadas personas.

Corro hacia el hombre esperando que pare la convulsión, la cabeza me palpita y creo que hoy no será un buen día, apenas son las nueve de la mañana.

El hombre empieza a salivar, aprieta sus puños y la convulsión resulta ser más larga que la primera, no creo que se pueda hacer nada por este señor. Me quedo ahí de rodillas, Johnson llega con Sullivan y los tres tratamos de hacer lo que podemos, pero cuando la convulsión se detiene soy el primer en revisar su pulso.

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