CAPITULO 3: Cosas de adolescentes
Aleisha.
—Mami— digo en cuanto llego al invernadero de diversas flores que construyo papá para ella y la veo sentada leyendo uno de sus libros, hace una hora llegue de la escuela y en cuanto llegue, me duche y comí algo, ahora quiero endulzar un poco a mi madre, papá aún no ha llegado y por el momento él es quien está más enojado por lo de anoche, después que llagamos a casa me dieron un sermón de casi dos horas, me sentí un poco mal al ver lo decepcionado que estaban, porque no solo me escape, les mentí y los engañe, al final se me escaparon algunas lágrimas reales, no me gusto sentir a mis padres decepcionados de mí, pero como soy una cabeza dura esta mañana en cuanto desperté toda la culpa se esfumo, cuando llegue a la escuela Kevin me estaba esperando frente a mi casillero, le conté que estaba castiga y dijo que mis padres son unos exagerados y realmente concuerdo con él.
— ¿Todo bien? — pregunta mamá levantado la vista de su libro mientras me mira, me acerco hasta ella por detrás y ruedo su cuello con mis brazos, mientras beso sus mejillas.
— ¿Sigues enojada conmigo? — pregunto con inocencia esta vez besando su cien.
—Solo han pasado algunas horas Aleisha— dice tranquila— No debiste hacer eso.
—Pero ya paso, mamá—gruño sentándome en una de las sillas frente a ella- No pueden juzgarme toda la vida por eso, ya me disculpe ¿qué más quieren que haga? — Alzo un poco la voz y ella me mira pero no dice nada y vuelve su mirada al libro—Mamá, no me ignores—digo frustrada.
—Ya hablamos de esto anoche, no soy enojada contigo, bien lo dijiste, ya paso— dice mirándome seria— Pero estas castigada, nos mentiste, te escapaste, tomaste alcohol con un grupo de pubertos y terminaste en la comisaria.
—Estoy arrepentida, mami, lo siento— digo haciendo pucheros mientras me pongo de pie y me siento en sus piernas—Convence a papi para que me perdone ¿sí? — beso su frente—Te amo mamita—ella está apunto de decir algo pero en eso aparece Hardin, le miro sonriendo antes de ponerme de pie, sabía que no iba a dejarme morir de aburrimiento, veo que trae en sus manos un libro que compramos por internet para leer juntos, desde pequeños nos ha gustado leer todo tipo de libros, pero siempre lo hacemos juntos, en ocasiones él es quien lee y a veces soy yo.
El y mamá se saludan unos segundos, y ella no pierde oportunidad en intentar humillare diciéndole que ella sabe muy bien que fui yo quien lo llevo a la fiesta, el no trata de seguir mintiéndole, pues mamá es más dócil, y solo nos dice que la próxima vez seamos más responsables. Sin dejarla hablar más lo tomo del brazo y nos vamos a mi habitación, cierro antes de lanzarme a la cama, él se quita los zapatos antes de subirse con delicadeza, a veces me pregunto cómo nos podemos llevar tan bien, Hardin es tan organizado, sus modales nunca fallan aun tengamos tanta confianza como la que tenemos, yo sin embargo soy todo lo opuesto y aun así nos llevamos de maravilla.
— ¿Estabas manipulando a la tía Aisha para que te perdone? — pregunta Hardin con burla mientras yo extiendo mis pies en el aire he intento tocar mis dedos.
—Sí, creo que con ella ya lo conseguí—respondo sin más— Ahora me falta papá, él está un poco más enojado— me giro y me pongo sobre mi pecho en la cama.
—Entonces tienes suerte de ser su debilidad— dice mientras se recuesta y empieza a ojear el libro.
—Un poco de manipulación sentimental y listo—rio acomodándome a su lado.
—Eres imposible—dice negando mientras ríe.
—Ya empieza a leer, tonto— me acuchilla con la mirada antes de empezar con la lectura.
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Sweet Boy
Teen FictionHardin siempre quería hacer lo correcto, era un chico tímido, tierno, dulce... Aleisha jugaba a ser la dueña de todo que a ella la rodeaba, vanidosa, caprichosa, hermosa...creyéndose siempre el centro del universo, en especial del universo de Hardin...