Sweet Boy

Capítulo 24

CAPITULO: 24 El lago.

En multimedia: Sweet Boy-Chevy

Hardin

Me levanto alrededor de las ocho, aunque es sábado y suelo levantarme un poco más tarde, hoy es importante aprovechar el día. En la noche es la supuesta cena, y tendremos que volver a casa temprano.

Me meto al baño y no es mucho lo que duro, estoy muy ansioso y emocionado como pocas veces por hoy. En verdad me hace ilusión salir y tomar fotos de la naturaleza y mucho más si Aleisha será mi compañía. Hemos hecho muchas cosas juntos anteriormente, solo que ahora es un poco diferente.

Seco mi cuerpo mientras me meto al vestidor y busco que ponerme, opto por unos pantalones cortos y una camiseta sin mangas, afortunadamente hace calor por lo que tenemos que estar cómodos.

Encuentro la cámara que me regalo Aleisha y la tomo colgándola de mi cuello, reviso el rollo fotográfico y sonrío al ver algunas de las fotos guardadas, ya le había tomado algunas a ella, y en cada una luce más bonita que en la anterior.

Tomo algunas cosas importantes y las meto en mi mochila antes de salir de la habitación. Al llegar al primer piso me voy directo a la cocina, la puerta está abierta y veo a mis padres desayunando en el jardín. Salgo a su encuentro y mamá sonríe en cuanto me ve.

—Buenos días— dice con efusividad tendiéndome su mano, me acerco a ella y beso su cabeza y ella me recibe feliz. Papá aparta una silla para mí.

—Ya veo que vas a salir— también me sonríe ¿Por qué todos sonríen hoy? — Pero siéntate un segundo con nosotros— lo hago sin quejarme, aún tengo que decirle que me preste el Jepp.

—¿Qué tal su mañana? — pregunto tomando un poco del jugo— ¿Durmieron bien?

—Mientras tu mamá este a mi lado en la cama, siempre duermo bien.

—Okey, okey, con un bien bastaba— mi madre solo sonríe tomando la mano de mi progenitor.

—Tu preguntaste—levanta sus brazos en señal de rendición. — Por cierto, te quiero comentar algo— pongo mermelada al pan y lo llevo a mi boca mientras habla— Sacaré un permiso para que vayas al hospital en unas semanas— las palabras salen de su boca y me quedo tieso en mi lugar. Se que con eso se refiere a que tengo que ir, pero a ir de verdad, como aprendiz de medicina, y a la verdad no es algo que me haga mucha ilusión. He ido a ese hospital cientos de veces, pero sé que esta vez será diferente. Ya este año termino la escuela, y sus planes para mí que es me vaya a estudiar medicina a Estados Unidos y vuelva a trabajar con ellos aquí, y aun no estoy listo para enfrentar esa realidad.

—Aún es pronto para eso— me relajo y termino de comer mi pan.

—Cariño— mamá toma mi mano sobre la mesa— En cuatro meses terminas la escuela, estamos contra tiempo.

—Tu mamá tiene razón, quiero que estés un poco más relacionado con lo que te vas a dedicar antes que te vayas a Estados Unidos.

—Está bien, está bien— me levanto acomodando nuevamente mis cosas—Necesito las llaves del Jepp, iré al lago a tomar unas fotos.

—¿Con quién iras? —papá alza sus cejas y sonríe con complicidad.

—¡Harry! Déjalo— sonríen y empiezo a sentirme incomodo—Pero, no tienes licencia— mamá me mira al confundida.

—Lo sé, pero ¿Cuántos adolescentes no salen en auto sin licencia? No pasara nada.

—Mi hijo está creciendo— habla mi padre sonriendo y mamá lo asesina con la mirada.