Capítulo 121

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WanYin miró a ZiYuan con lágrimas en los ojos mientras pronunciaba esas palabras. En ese momento, su corazón se hizo pedazos, perdiendo toda esperanza. El amor familiar que había anhelado durantetanto tiempo se había convertido en un arma que destruiría su vida.

Si había una vida después de la muerte, quería ser un pez que solo tuviera siete segundos de memoria. De esa forma, podría olvidar todo el dolor.

Poco después, WanYin fue juzgado por asesinato. La gente solía suplicar para vivir, pero el corazón de WanYin estaba tan destrozado que había perdido todas las ganas de vivir.

En la corte, WanYin vestía uniforme de prisión. Su cara estaba pálida y su cabello despeinado, luciendo como un fantasma.

Vio a GuangYao vestido de manera elegante, acompañando a ZiYuan y Fengmian. Incluso XiChen había ido, probablemente para ver cuál era su sentencia.

Probablemente quería verlo ser sentenciado a la cárcel, para que nunca tuviera oportunidad de redimirse.

WanYin no pudo evitar reír con amargura. Se sentía seguro de que lo declararían culpable y lo sentenciarían a cadena perpetua o incluso a la pena de muerte, pero no esperaba que hubiera un abogado presente para defenderlo.

Este abogado era extremadamente profesional y también era bastante conocido en el campo. Proporcionó una prueba muy importante.

En la escena del crimen, encontraron una servilleta manchada con la sangre de WanYin. En la servilleta estaban las huellas dactilares de una tercera persona. Sin embargo, estas huellas dactilares no estaban presentes en ningún registro de antecedentes penales, ni habían logrado averiguar a quién pertenecían.

WanYin recordó de repente que GuangYao le había golpeado la cara, lo que provocó que la sangre le manchara la mano. Después de eso, GuangYao había usado una servilleta para limpiar la sangre antes de tirarla al suelo. Esa servilleta tuvo que haber sido la de GuangYao.

'¡GuangYao definitivamente participó en la muerte de She!'

WanYin no expresó nada en la corte, pero los planes comenzaron a idearse en su mente. Gracias a ese hecho sospechoso, WanYin no pudo ser condenado y el tribunal lo dejó en libertad.

Sin embargo, ZiYuan y Fengmian no dejaron pasar el asunto. Estaban convencidos de que WanYin mató a su hijo, y GuangYao les había estado susurrando falsos consejos al oído.

WanYin salió de la corte vestido con ropa sencilla. El sol brillaba intensamente, pero su corazón estaba muerto por dentro.

Cerró sus ojos enrojecidos. Incluso si no le quedaba mucho más tiempo de vida y no pudiese luchar contra GuangYao y XiChen, sentía que, si realmente iba a morir, no podía darse el lujo de dejar que GuangYao continuara libre y sin restricciones.

WanYin envió una carta de renuncia y, después de descansar dos días, regresó a ese bosque en las afueras de la ciudad. Quería encontrar pruebas, pruebas que demostraran que GuangYao era el verdadero asesino.

WanYin no esperaba que realmente la encontrara. Era un gemelo, recubierto por un montón de hierba. Todavía había rastros de sangre seca en él.

Quizás la nieve la había cubierto antes, o quizás fue un milagro de Dios, pero una sonrisa honesta finalmente apareció en el rostro de WanYin.

Se puso de pie y, cuando estaba a punto de irse, se sorprendió al ver que XiChen había llegado.

Se acercó, y su rostro hermoso y frío estuvo rápidamente frente a él. WanYin sostuvo el gemelo frente a los ojos de XiChen.

— XiChen, supongo que reconocerás esto. Son de GuangYao.

XiChen miró los grandes ojos de WanYin que estaban llenos de anticipación, frunciendo las cejas mientras decía.

— ¿Sabes por qué puedes andar por aquí libremente ahora mismo? — WanYin estaba desconcertado, sin comprender lo que XiChen quiso decir.

— El abogado fue contratado por mí — respondió, para la sorpresa de WanYin.

En verdad contrató a un abogado.

— ¿Por qué? ¿Por qué me ayudaste? — WanYin estaba extremadamente asombrado.

Al ver a WanYin mirarlo con tanta anticipación, XiChen sonrió maliciosamente, sorprendiendo a WanYin.

— ¿No dijiste que ya no me amabas? ¿Por qué se siente como una mentira?








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Doloroso AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora