Doloroso Amor

Capítulo 76

WanYin se dio cuenta de que la última frase de Wei Ying había ofendido completamente a XiChen.

De repente él apagó el cigarrillo y luego, tiró a WanYin en sus brazos. Wei Ying, que había perdido el apoyo de WanYin, se tambaleó y cayó al suelo con un fuerte golpe.

— ¡Wei Ying! — WanYin gritó nerviosamente mientras intentaba correr para ayudar a su amigo, sin embargo, XiChen lo empujó a la fuerza dentro del coche. El hombre estaba lleno de hostilidad.

— WanYin, ¿eso lo hiciste tú? ¿Le mentiste a tu buen amigo diciéndole que te decepcioné y te retraté como una víctima? — XiChen miró a WanYin con enojo. Era como si estuviera tratando de penetrarlo con sus ojos — ¿La promesa entre nosotros? ¿Qué promesa te hice? ¿Puedes dejar de soñar?

Una vez más, él borró las promesas y acuerdos que le había hecho entonces. Esos recuerdos habían quedado por mucho tiempo con sólo un contorno negro. Desaparecerían en la nada con una ráfaga de viento. 

WanYin dejó de pensar en eso. En ese momento, estaba preocupado por Wei Ying.

— XiChen, déjame bajar y llevar a Wei Ying a casa. El clima es muy frío y es muy tarde por la noche. Le puede pasar algo.

— Todos deberían ser responsables de lo que dicen — WanYin se dio cuenta de que XiChen podría tomar medidas contra Wei Ying.

Cuando estaba a punto de arrancar el coche, WanYin estiró las manos y agarró su brazo abruptamente.

— XiChen, Wei Ying está buscando justicia en mi nombre. Todo es mi culpa, ¡y puedes venir a mí con cualquier insatisfacción que tengas! Aceptaré lo que sea que me hagas mientras dejes de enojarte con Wei Ying. Incluso puedes enviarme devuelta a prisión o puedes pedirle a alguien que me golpee de nuevo. Si una ronda de golpes no es suficiente, entonces puedes golpearme de nuevo. Pero deja a Wei Ying lejos de esto.

Si no fuera por las restricciones ambientales, WanYin se habría arrodillado. XiChen miró a WanYin mientras seguía pidiendo clemencia al borde de un colapso emocional. De repente, él se sintió como si estuviera en trance.

En su memoria, WanYin era terco y fuerte. No sabía cuándo empezó a suplicarle así. Le había rogado que le creyera y que lo dejara ir. 

XiChen estaba un poco molesto cuando abrió el coche.

— Tres minutos — Fue suave con él.

— Gracias, Sr. Lan — Le dio las gracias profusamente y rápidamente se bajó del coche.

Levantó a Wei Ying que había caído en el suelo. Luego, lo llevó de vuelta al departamento. Cuando WanYin se fue, Wei Ying siguió murmurando.

— A-Yin, no te dejes engañar más por ese hombre. No es digno de tu amor...

XiChen llevó a WanYin a su casa. WanYin no sabía cuál era la intención de XiChen. Hizo todo lo posible por mantener su compostura por temor a enojar a ese hombre de nuevo.

Mientras XiChen se duchaba, WanYin recordó la ropa de WangJi. Ahora sabiendo que era el primo de XiChen, WanYin sintió que era un poco raro ayudar a su primo a lavar su ropa.

Sin embargo, no tenía tanto dinero para enviar ropa tan cara a la tintorería. Por eso solo podía lavarlas a mano. Cuando WanYin estaba por terminar de lavar, la voz helada de XiChen de repente sonó detrás de él.

— ¿Qué estás haciendo?