Capítulo 96

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GuangYao se lanzó a los brazos de XiChen aterrorizado, creando la vívida imagen de la víctima. Había usado el mismo viejo truco, pero igual él le creyó sin sospecha alguna.

Todos le habían lanzado sus miradas con desdén y duda a WanYin. Él se había acostumbrado a esas miradas hace mucho, pero no se podía acostumbrar a las miradas frías y asesinas que XiChen le estaba dando.

En ese momento, mientras XiChen sostenía a GuangYao, sus ojos fríos como cuchillas perforaron a WanYin. 

— ¡Jin. Wan. Yin!

Él apretó sus dientes mientras dijo esas tres sílabas, cada una con una fuerza envolvente. WanYin sintió un escalofrío que viajó desde la planta de sus pies hasta todo su cuerpo. Era terrorífico.

GuangYao quien en ese momento estaba recostado en los brazos de XiChen comenzó a quejarse.

— XiChen, ¿Cómo puede ser WanYin tan cruel? él mismo me dijo que había estado esperando una niña, pero que el bebé había muerto durante su tiempo en prisión. Ya que también fue padre ¿por qué no puede entender los sentimientos de un padre? — dijo mientras miraba a WanYin — WanYin, ¡para! ¿Quieres que tu hija y tu abuelo no tengan paz en su muerte?

Al escuchar hablar de su abuelo y la muerte de su hija, WanYin de repente apretó su puño, y su débil cuerpo repentinamente se apresuró hacia GuangYao con todas sus fuerzas.

Agarró a GuangYao por la solapa de su ropa y le abofeteó con locura.

— ¡Aún te atreves a mencionar a mi abuelo y a mi hija! ¿¡Por qué no fuiste tú él que murió, GuangYao!?¡Eres más detestable!

— ¡Ah! XiChen, ¡Me duele! — GuangYao gritaba una y otra vez.

La situación pasó tan de repente que XiChen no esperaba que WanYin perdiera la cordura de un momento a otro y lo alcanzara con tanta fuerza.

Le costó algo de fuerza finalmente apartar a WanYin y proteger a GuangYao en sus brazos.

WanYin fue empujado violentamente, su espalda golpeó la pared detrás de él. El dolor inmediato fue tan fuerte que no pudo enderezarse.

XiChen abrazó a GuangYao quien seguía llorando. Antes de irse, miró a WanYin. Su mirada era igual que un punzón envenenado mientras se hundía en los ojos de WanYin.

WanYin seguía mental y físicamente herido. Tampoco tenía energía para explicarse, por lo que, se alejó en medio de los insultos de la multitud.

En el camino de vuelta, WanYin sintió mucho dolor en donde estaba el tumor. Tembló y buscó sus analgésicos. Cuando iba a tomar uno, un coche negro se detuvo frente a él de repente.

La puerta del coche se abrió y salió un hombre alto quien agarró a WanYin.

— ¿Qué estás haciendo? ¡Déjame ir!.

Forcejeó con fuerza y el dolor en su cuerpo se volvía más y más insoportable a medida que luchaba.

El hombre lo metió en el coche y WanYin vio la cara fría de XiChen tan pronto como levantó la mirada.

Él llevaba puesto un abrigo negro, frío y moderado, tan lleno de hostilidad.

Al ver la botella de medicina en la mano de WanYin, XiChen se la arrebató, y al ver que eran analgésicos, se burló.

— Así que conoces el dolor también, ¿verdad, WanYin? Cuando heriste a mi hijo con un cuchillo y acosaste a GuangYao, ¿pensaste que sentirían dolor también?

Él preguntó con voz fría. Sacudiendo la palma de su mano de repente, tiró los analgésicos fuera del coche.

La cara de WanYin se puso pálida. El área del tumor le dolía tanto que se le dificultaba respirar.

— Conduce — él ordenó, y el coche rápidamente aceleró en la calle.

WanYin no sabía dónde lo estaban llevando, pero toleró el severo dolor mientras miraba al hombre con una expresión fría y fuerte.

— XiChen, sé que no me creerás lo que te voy a decir, pero lo diré de igual forma, no herí a tu hijo, GuangYao lo hizo...

— ¡Cállate! — Lo interrumpió molesto, su terrorífica y maliciosa mirada era penetrante — Di algo más y te tiro del carro.



Doloroso AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora