Es bonito tener un diario, se convierte en tu santuario donde puedes desahogar todo lo que te agobia. Puedes decir todo lo que se sientes y todo lo que piensas hasta tus más profundos secretos.
¿Qué podría pasar si ese santuario cae en unas manos qu...
Él es una persona muy peculiar. Tiene una cola de animal en su parte trasera que Kaminari siempre está acariciando, a de ser muy suave para que Kaminari la este acariciando todo el tiempo, o lo hace simplemente por aburrimiento.
La verdad a mi también me gustaría acariciar la cola de Ojiro para sentir su suavidad o saber que tan suave es. Él es muy amable al dejar que Kaminari acaricie todo el tiempo su cola, nunca se queja, pero no se si conmigo será igual, a lo mejor se molestara si me acerco tan familiarmente y agarró la suficiente confianza como para acariciar su cola, tal vez no le guste que se le acerque una peste como yo.
Probablemente eso soy para todos mis compañeros, pero no me dicen nada, son muy amables como para decirme que les caigo mal, que soy una peste o simplemente un estorbo.
No tengo mucho que decir con respecto a Ojiro, excepto que su kosei es increíble, y en combate no hay quien le gane, él sin dudas le daría una gran batalla a mi mamá; sería emocionante verlos combatir algún día, también es muy sigiloso y ágil igual que ella.
Solo puedo decir que Mashirao Ojiro es una gran persona y en excelente héroe.
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Kyoka Jiro.
Jiro es la compañera que más me recuerda a mi mamá, siempre vestida de negro y con un estilo bastante rudo, aparte que la música es su pasión así como la era para mi mami.
La música era la vida para mi mamá, era el motor y la esperanza para seguir adelante, un momento de alivio de sus turbios problemas, la música para ella eran momentos de relajación y paz; y en algún momento fueron lo mismo para mi. Me encantaba la música, supongo que mi madre me inculcó ese amor por la música, me encantaba cantar con ella y que ella me cantar, me gustaba tocar instrumentos con ella y crear nuevas músicas y melodías.
Ha Jiro le apasiona la música, recuerdo muy bien el festival cultural, fue una de las muy pocas veces en las que me sentí útil e importante. Jiro se me acercó pidiendo un consejo para ordenar a sus notas diciendo que yo era muy bueno haciendo eso y así poder enseñarles a tocar a los compañeros que formaban parte de la banda de música.
Me entraron unas inmensas ganas de llorar en ese momento, Jiro se dio cuenta de mi existencia, sabe que existo y no solo eso, lo mejor de todo fue que me dijo fue ¡¡que era bueno para algo!! Era bueno para hacer notas, me sentí muy feliz por ser de utilidad después de mucho tiempo siendo un estorbo, un inútil, un Deku.
Di mi mejor esfuerzo para ayudar a Jiro a organizar sus notas y gracias a ello, Jiro dio un magnífico concierto.
Kyoka Jiro... Muchas gracias por hacerme útil, por hacerme sentir útil.
