Querido Diario (El diario de Izuku Midoriya)

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No pudo soportar más el ver a su pecoso en ese estado, le provocaba una puñalada en el corazón, sentía que se quemaba por dentro y moría. Corrió hacia su pecoso eh intento abrazarlo, pero este inmediatamente lo empujo con mucha fuerza y trato de golpearlo.

Todoroki: ¡¡¡Izuku, Izuku, tranquilízate soy yo, soy Todoroki!!!

Por más que lo llamaba este no respondía, parecía ido, solo lloraba a mares mientras inútilmente trataba de protegerse abrazándose a si mismo. Todoroki, en un acto desesperado, lo tomo de los hombros sacudiéndolo con fuerza para llamar su atención, al mismo tiempo que hacia que lo viera a los ojos.

Todoroki: (gritando) ¡¡¡Izuku, mírame bien, soy Shoto, yo no te haré daño, tranquilízate un poco por favor!!!

Izuku se quedo callado, dejo de moverse y de llorar. Se sumergió en los bellos ojos contrarios, aquellos ojos, que desde que su mamá no estaba, se habían convertido en la cosa que más amaba en el planeta. Esos ojos que le permitían soñar, que eran su motivo de poder seguir día a día para seguir viéndolos, y le brindaban paz en los momentos en los que más lo necesitaba... Como ahora.

Se arrojo a sus brazos sin pensarlo más, sintiéndose seguro y protegido inmediatamente, oculto su rostro en el cuello del bicolor, inhalando profundamente su aroma, deleitándose con la relajante fragancia, calmando sus medos y temores, no dejaba de frotar su carita contra el cuello del bicolor cual animalito buscando cariño y protección.

Todoroki una vez que vio que Izuku se tranquilizo un poco, sin perder más tiempo le marco inmediatamente a su profesor, se preguntaba por qué no había ninguna enfermera o algún doctor cerca, y no podía llamar a alguno porque el botón de emergencia que esta en la habitación se ubicaba a lado de la cama del pecoso y este no daba ni el más mínimo indicio de querer moverse de donde estaba.

Llamada:

Aizawa: (contesta) ¿bueno, quién habla?

Todoroki: ¡¡sensei, soy Todoroki, venga al hospital de inmediato, algo le paso a Izuku y esta muy mal!!

Aizawa: (alterado y preocupado) ¡¡¿qué le paso a Midoriya?!!

Todoroki: ¡¡no lo se, cuando llegue estaba muy muy alterado y ha un hombre con sangre saliendo de su cabeza sobre su cama!!

Aizawa: entendido, llamare a la policía para que vaya para allá, yo estoy saliendo de los dormitorios, enseguida llego.

Todoroki: entendido sensei (cuelga).

Pasaron alrededor de 35 minutos, cuando llego Aizawa al hospital junto con los doctores del pecoso y la policía, quedaron horrorizados, el peliverde no dejaba de murmurar que él no quería matarlo, que intento hacerle daño pero no quería matarlo, solo quería defenderse. Uno de los policías se acerco al cuerpo del sujeto sobre la cama del pecoso checando su pulso, tenían que asegurarse si estaba vivo o no.

Policía 1: esta vivo.

Policía 2: entendido, llévenlo a una habitación del hospital para que lo atiendan y espósenlo a la cama, tenemos que esperar a que despierte para escuchar su declaración y procedan a levantar una demanda.

Policía 3: entendido.

Policía 2: (se dirige hacia Aizawa) más tarde vendremos para escuchar sus declaraciones junto con las de los muchachos.

Aizawa: entendido oficial.

Policía 2: con su permiso, nos retiramos.

Fue así como los policías se llevaron el cuerpo de aquel sujeto para que los doctores pudieran atenderlo, mientras que los doctores encargados de la salud del pecoso intentaban tranquilizarlo, este sujetaba al cuerpo de Todoroki tan fuerte que el pobre sentía que se asfixiaba, el pecoso no quería soltarlo, lo agarraba como si du vida dependiera de ello y en esos momentos el pecoso así lo sentía.

Después de algunas horas lograron darle un tranquilizante al pecoso el cual se negaba a ingerirlo, pero con la ayuda de Todoroki y de Aizawa -sobre todo la de Todoroki-, lograron dárselo y fue como cayo en un profundo sueño. Después de haber dormido al peliverde, Aizawa llamo a la jefatura de policía para solicitar una escolta para protección del pecoso las 24hrs del día, no podía volver a arriesgar de esa forma al pecoso.

Él, Todoroki, junto a los doctores del pecoso y la policía, irían a la UA para discutir sobre qué se debía de hacer ahora con respecto al pecoso, la situación que acababa de pasar significaba un considerable retroceso en cuanto a todos los avances que habían tenido en la recuperación del peliverde. 

Continuara...