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No esperaba ser descubierto estando en la sala común en su silla de ruedas -no podía caminar muy bien debido a su debilidad-, no esperaba que fuera tan tarde, supuso que perdió la noción del tiempo, la verdad es que no había pasado mucho tiempo desde que se levanto, al levantarse, al cabo de unos minutos sintió un poco de hambre. Recordo que su amado Shoto había dejado comida preparada para él en la cocina.

Le hiba a pedir a la enfermera que se la llevará, pero estaba de tan buen humor, tan contento por los actos de su amado Shoto que decidió que ya era hora de salir de su habitación, así que con la ayuda de su enfermera se dirigió a la sala común, aprovecharía para salir al no estar sus compañeros, todavía no se sentía listo para darles la cara después de como los trato.

Se quedo congelado del miedo, sus manos empezaron a temblar, tanto que al rozarlo, tiro el vaso con jugo que estaba por tomar. Volteó a ver el vaso inmediatamente al sentir que lo tiro y su miedo aumentó convirtiéndose en pánico.

Shoto al ver esto, fue inmediatamente al lado de su angel pecoso. Se puso a limpiar todo rápidamente al ver la cara de su amor, seguramente aún no se sentía listo para convivir, lo veía hiperventilar freneticamente, señal obvia de que estaba teniendo un ataque de panico. Le hizo señales a sus compañeros para que no se acercaran y se fueran en lo que él llevaba al pecoso a su recamara, la profesora Midnight que siempre los acompañaba para escoltar a Bakugo a su cuarto se llevo a esté de inmediato a su dormitorio, vendando su boca para evitar que soltara algún grito al ver que tenía esa intención.

Shoto: tranquilo Izuku, tranquilo, ya todos se fueron, no tienes porque hablar con nadie (movio la silla de ruedas despacio para poder arrodillarse frente al pecoso y sostiene el rostro de esté entre sus manos delicadamente) tranquilo cariño, respira despacio, mirame, solo estamos tu y yo aqui, inhala y exhalar (hace dicho ademan para el pecoso lo siga, lo cual hace) así es, despacio, tranquilito, no te va a pasar nada.

Al pasar los minutos, el peliverde poco a poco se fue calmando, su cuerpo presentaba leves espasmos debido al ataque de ansiedad que tuvo pero no era grave, Shoto deposito un dulce y tierno beso en su cien que ayudo a calmar por completo al pecoso.

Shoto: disculpanos pequeño, importunamos tu paz, no fue nuestra intención molestarte.

Su dulce Shoto le hablaba tan bonito, se disculpaba por algo que no fue su culpa ni de sus compañeros, fue suya nadamas, por ser tan inútil y no poder controlarse a sí mismo, él es el que causa molestias no ellos. Pero como si fuera un libro abierto para su amado este interrumpió su navío de pensamientos negativos.

Shoto: aquel día en el que combatimos durante el festival deportivo, donde me dijiste aquellas palabras tan poderosas que me terminarían marcando por completo y cambiando mi forma de pensar entendí una cosa.

Izuku lo miraba atentamente con aquellos ojos saltones cristalizados a causa de las lágrimas que luchaban por salir, no perdiendo ni un detalle del rostro de su amado y tratando de grabar sus palabras desde lo más profundo de su ser hasta la superficie de su alma.

Shoto: soy humano. Que tenía todo el derecho del mundo a sentirme como me sentía, que fui un niño obligado a pensar y actuar como un adulto para protegerme de mi propio padre cuando era él quien debía cuidar de mi, no solamente yo mismo. Pero me duele ver que es algo que tu olvidaste, que eres humano y tienes todo el derecho de sentir lo que sientes.

Izuku solo podía verlo con sus ojitos aguados y lágrimas corriendo por sus mejillas. Shoto tenía razón, incluso y su psicológica y su psiquiatra se lo dijeron muchas veces, le costaba entender que él no tenía la culpa de lo que le paso, si del como actuaba ni de lo que sentia, son cosas que no pidió pero tuvo la desgracia de que le sucedieran.

Fueron las habladurías y chismes de la gente, junto al maltrato de sus progenitores biológicos y de su violador lo que lo llevaron a pensar que sí fue su culpa. Que todas las cosas que le pasaban eran meramente, únicamente y solamente su culpa, de nadie más.

Pero es aquí, justo en este momento, teniendo a su amado Shoto frente a el, dedicándole esas bellas y poderosas palabras que por fin lo entiende.

Nada ha sido su culpa. Él es y siempre ha sido inocente.

Y entonces termina por romperse. Confiando por primera vez en mucho tiempo en alguien.  Se rompe confiando plenamente en que su dulce y amado Shoto recogerá y pegara todas las piezas rotas con amor y paciencia, lo que -por fin siente- merece.

Le cuenta todo su triste y oscuro pasado sin ocultar ningún detalle, abriendo completamente su corazón y entregandolo en charola de plata a su amado Shoto sabiendo que él va a cuidarlo y atesorarlo como si fuera el suyo.

Shoto lo escucha atentamente, estando de lo más feliz al ser testigo de como su angel pecoso se abre con el compartiendo sus penas y temores,confiando en él, en que estará allí siempre para cuidarlo y amarlo.

Contándole todo lo que ya sabe junto a sus compañeros debido al diario y se pregunta.

¿Será este buen momento para decirle que leyeron su diario?

¿Qué todo eso que le esta contando ya lo sabe y sus compañeros también?

Continuará...

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⏰ Última actualización: Sep 17 ⏰

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Querido Diario (El diario de Izuku Midoriya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora