¡¿Justin Oppa?! ~『Taekook』

42

🍃🍋🍃🍋🍃🍋🍃🍋🍃🍋🍃🍋🍃

— Ya casi llegamos

Le comentó el mayor aún con la vista puesta en el frente. Estaban a nada de llegar a su casa, había sido un viaje un poco largo pese a la distancia de una ciudad a la otra. Sorpresivamente estaba despejado y nadie andaba en la calles a esas horas, talvez era por la zona en la que él vivía, como mucho pasaban un auto o dos. Sea como sea, fue la oportunidad perfecta de Taehyung para mandarle mano a su chimichurri.

Su izquierda sobre su muslo lo acariciaba suavemente ejerciendo una ligera presión. Bajando hacia su rodilla, y volviendo a subir en repetidas ocasiones, con la diferencia que en su última vuelta escabulló su mano dentro de su bermuda. Teniendo un contacto directo con la piel de su pierna, y observando de reojo cómo Jeongguk estremecía con una respiración agitada y unos bonitos ojitos con sus pupilas dilatandose poco a poco. Escondiendo una pequeña sonrisita tímida.

Ninguno emitía palabra alguna. Taehyung tenía su atención repartida en manejar, asegurarse que nadie los viese a pesar de seguir en el coche, y echar vistazos a las reacciones de su menor. Quién lo único qué hacía era quedarse totalmente quietito mordiendo su labio inferior, intentando no perder la compostura ante aquéllos dedos que rozaban intencionalmente su abultada entrepierna. Sentía calorcito con su cosita haciendo pup, no podía evitar bajar la mirada avergonzado cuándo este apretaba todo su muslo escabullendose más a fondo.

Llevó una de sus manitos a su rostro, estaba nervioso y quería ocultarse, sus mejillas ardían demasiado, su corazoncito explotaba de la emoción, y ante tanto deseos sus orbes parecían aguarse del placer. En especial al sentir como Taehyung retiraba su mano para meterla bajo su camiseta, y comenzaba a acariciar su abdomen bajo amagando las puntas de sus dedos dentro del borde de su pantalón.

Se apoyó en el vidrio de la puerta apartando a mirada hacia afuera buscando distraerse un poco, no quería sentir que fuese a correrse con tan pequeños toques. Aúnque lo único que logró percibir fue que el cielo estaba nublado y llovería en cualquier momento, a lo que tontamente se comparó con este como la sensación que tenía en ese momento. Fuese como una nube aguantando las gotitas que se le escapaban, haciendo fuerzas para no desbordarse totalmente. Pero era difícil, aún más cuándo la mano de su novio bajaba dentro de su pantalón y acariciaba su bulto por sobre la tela de su ropa interior. Un jadeo escapó de sus labios.

Mientras Kim solo gozaba de verle tan sensible ante sus toques, aunque pensando curiosamente que su ropa interior se sentía más suave de lo acostumbrado, no pudo evitar pensar en cómo se vería en lencería. Descartando la idea instantaneamente al creer que él era demasiado puro para eso. Aún así no tenía tiempo para pensar demasiado, estaba inmerso en sentir como Jungkook apretaba su mano entre sus piernas cada vez que ejercía una ligera presión en su miembro y testículos. Podía escucharlo jadear y suspirar entrecortado.

— No cierres —. Casi le ordenó con una firme voz. Él volvió a estremecer del susto cabizbajo disponiéndose a acatar su órden, y tímidamente abriendo sus muy temblorosas piernas poco a poco con total lentitud. Estaba avergonzado.

Taehyung bajó un poco más su mano una vez este le dio lugar, haciéndo una ligera presión como si levantase sus testículos, e intentando rozar sus dedos en aquél pequeño espacio más a fondo. Aún no alcanzaba.

— Levántate un poco.

La segunda órden lo sensibilizó aún más. Tras cumplir con el mandato requerido, nuevamente con todo su cuerpo tembloroso, Jungkook cerró sus ojitos complacido arrugando el entrecejo. Se había sentado sobre su mano. Mano que con sus largos dedos acariciaba su entrada, y que con su palma empujaba sus testículos y su miembro constantemente. Los quejidos, jadeos y casi inaudibles gemidos no se hicieron esperar.